A organizar la resistencia permanente
Hacemos un llamado a organizar la resistencia permanente contra el modelo neoliberal y la globalización, versión “posmoderna” del capitalismo, conscientes de que la lucha contra el TLC, es solamente un eje táctico importante para el impulso del movimiento social costarricense, eje que no es, ni mucho menos, el único ni el último.
La resistencia al mal llamado TLC, es solamente una parte de un combate contra las causas que originaron esta sociedad cargada de exclusiones y desigualdades: el capital y el Estado. Por eso debemos concentrar nuestras tareas en la organización de la resistencia al largo plazo. Debemos tener la lucidez necesaria para establecer que el resultado de esta lucha (se apruebe o no se apruebe esa imposición imperial), no va a significar ningún cambio en nuestro combate por una sociedad justa y libertaria. Ya han hablado demasiado los sacerdotes de todas las religiones organizadas, los guardianes del orden establecido, los políticos de todos los partidos políticos, los técnicos y los tecnócratas, los burócratas sindicales y los usurpadores de la riqueza social; ya han pasado muchos siglos y esta sociedad resquebrajada, injusta y violenta es su fruto maldito. La verdad debe surgir desde abajo, porque desde arriba solo nos llegan mentiras. Y no queremos seguir viviendo en el reino de la mentira. Vivimos en una sociedad totalitaria disfrazada de democracia, que se burla cotidianamente de todos los derechos fundamentales del ser humano.
Esta resistencia la debemos organizar en nuestra vida cotidiana: promover proyectos productivos comunitarios y autogestionarios de subsistencia y el autoconsumo, utilizar el trueque o sea el intercambio de objetos y productos según las necesidades (rechazando el dinero como medio de intercambio); adquirir prendas de vestir sin marcas o confeccionarlas; rehusar el consumo de comida chatarra y bebidas gaseosas de las empresas transnacionales; practicar la frugalidad (vivir con lo mínimo necesario); practicar el deporte y el teatro, rechazando la contemplación enajenada del espectáculo mercantilista futbolístico y cinematográfico; utilizar la medicina alternativa y natural; ocupar edificaciones desocupadas para desarrollar actividades hacia la comunidad (talleres de capacitación, talleres artísticos, talleres deportivos). No más discursos demagógicos y autocomplacientes, no más discusiones intelectualoides y estériles: necesitamos coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, necesitamos trabajar desde y con nuestras comunidades, necesitamos organizar la resistencia desde abajo, a través de la autoorganización y la acción directa.
La lucha contra el TLC es la lucha contra el neoliberalismo y la globalización
Por la Federación Anarquista Costarricense
Lea La Libertad, vocero del anarquismo organizado.
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