¿QUÉ PASÓ EL 7 DE FEBRERO DEL 2010?
Tratando de hacer un comentario de lo sucedido en las elecciones nacionales realizadas el 7 de febrero, quisiera expresar lo siguiente:
1.- HUBO FRAUDE EN ESTAS ELECCIONES al igual que en las del 2006, el referéndum y quien sabe desde cuando viene sucediendo. Una de las tantas formas de corrupción en las urnas es el “chorreo de votos”, mismo que está sin control por parte del TSE y más bien, en estas elecciones, lo facilitó enormemente. Este tipo de fraude consiste en que un miembro de mesa o varios se ponen de acuerdo e introducen varias papeletas que ellos mismos marcaron a favor de su o sus candidatos, en un “descuido” del delegado del TSE y luego firman con cualquier garabato el padrón registro electoral en los espacios de gente que generalmente no viene a votar. Para el referéndum del TLC se denunció que un votante llegó a emitir su voto pero otra persona había firmado en su lugar. La única forma de determinar que esto no es cierto es revisar el padrón registro versus el sistema de cédulas de identidad y comparar las firmas existentes, cosa que el TSE no ha querido hacer y solo ellos saben el por qué de esa decisión.
2.- Los protagonistas de la lucha contra el TLC y el referéndum sobre ese tratado, fueron los grandes perdedores de esta elección. La razón es sencilla: los que nos opusimos a este tratado y todo lo que éste representaba, nos dimos cuenta de cómo estos “protagonistas-oportunistas” dieron prioridad a su participación en el proceso electoral 2010 antes que detener verdaderamente el libre comercio y las aperturas y privatizaciones que se dieron con él.
Se preocuparon más en sus imágenes, sus recursos electoreros y en gestar una plataforma política para estas elecciones, antes que sufrir las consecuencias de ser mencionados “negativamente” en un editorial de algún periódico o ser presentados como “antidemocráticos” por algunos medios de comunicación. Esos medios identificaron sus intenciones electoreras y como caballos de Troya, se introdujeron en la lucha contra el TLC, minándola desde dentro. Si bien es cierto, el NO AL TLC castigó estos oportunistas como se merecían, las consecuencias de sus acciones pesarán sobre nuestra Patria por siempre.
3.- No hubo coalición porque unos cuantos nunca tuvieron la intención de luchar unidos y siempre sirvieron a los intereses de los ricos. Siempre existieron los “divisionistas” que destruyeron todas las instancias de unión que se gestaron para la lucha contra el TLC (ENCUENTRO POPULAR, COMISIÓN NACIONAL DE ENLACE, COORDINADORA NACIONAL DE LUCHA CONTRA EL TLC) Siempre existieron unos pocos que traicionaron la lucha y otros, solapadamente, gestaron sus feudos electoreros reclutando a dirigentes que eran solo imágenes o títeres que fueron utilizados para mantener toda esta división interna.
4.- La desaparición de dirigentes sociales y su reaparición como candidatos electorales es otro fenómeno que fue castigado por el NO AL TLC. Entre el 7 de octubre del 2007 y el 7 de octubre del 2008, se dio la dispersión, por no decir fuga, de la mayoría de los dirigentes que aseguraron lucharían contra la Agenda de Implementación, pero que a la hora de estarse votando esos proyectos en la Asamblea Legislativa, no estuvieron en las barras, las calles ni en la Asamblea Legislativa.
Algunos comenzaron una gran lucha porque el quórum lo hicieran los 38 neoliberales que querían vender la Patria, pero al final desistieron. Muy pocos siguieron la batalla hasta el final. Entonces ¿cómo pretender un apoyo electoral cuando no se lucha por el Pueblo y sus derechos? ¿Cómo pedirle al Pueblo apoyo si se le dejó solo cuando más los necesitó?
Claro que tenían que perder las elecciones. ¿Cómo pretendían obtener un triunfo si nunca lograron una victoria para sus seguidores? y peor cuando los dejaron solos en las derrotas, dejando que sus enemigos los humillaran de la forma más indigna, como cuando hicieron fraude en el referéndum, aprobaron privatizaciones y aperturas con mayoría simple en la Asamblea Legislativa, la Sala IV aprobara la reelección y muchas otras barbaridades que sucedieron y que se quedaron en el vacío, porque nunca hicieron nada para evitarlo.
Lo único que hicieron fue esconderse para después surgir electoreramente y presentarse como falsos luchadores.
Esta derrota del 7 de febrero del 2010 comenzó a darse desde hace más de ocho años, cuando intentamos unirnos y luchar juntos por nuestra Patria, pero siempre apareció “alguien” tratando de dividirnos para que nunca obtuviéramos ninguna victoria.
Empecemos de nuevo. Salgamos a las calles y luchemos desde donde nos corresponde. Dejémosle la política a los políticos y cumplamos nuestro deber para con la Patria desde donde tenemos el poder de defenderla.
En las calles no hay Magistrado, Diputado, Ministro ni Presidente que nos quite lo que nos pertenece.
Es en las calles donde el Pueblo decide su futuro.
Luis Alberto Salas Sarkís
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