Pasos para organizar una Asamblea Popular
Pasos para organizar una Asamblea Popular
 

EL PUEBLO ESTA DERROTANDO A LOS INVASORES Y A SUS AGENTES CRIOLLOS


Una determinante mayoría de costarricenses está dejando patente todos los días, a lo largo y a lo ancho del territorio nacional,  su oposición sostenida a las pretensiones colonialistas que se  ocultan tras la fachada de un supuesto “tratado comercial”, que le abriría según el discurso tenebroso de sus cínicos propagandistas y usurpadores del poder,  todas las opciones de un mercado de 350 millones de habitantes a los productores de Costa Rica. Después de  años desplegando un trabajo de hormiga desarrollado por activistas de grupos organizados, y pertenecientes a un movimiento social cada vez más amplio, plural y firme, se han ido esclareciendo las verdaderas razones y objetivos que se esconden en el delusivamente esgrimido  “tlc”. Se ha agigantado la verdad sobre esa ordenanza de los supremos ejecutivos de los consorcios financiero-empresariales y de los monarcas de Washington, gendarmes del vesánico capital transnacional. Por supuesto hemos descubierto la mentira y se ha gritado a los cuatro vientos.

El pueblo ha venido despertando, los distintos sectores sociales ya sean trabajadores, campesinas y campesinos sin tierra, agricultores, amas de casa, estudiantes, pescadores, educadoras y profesores, artistas, empleados y empleadas del estado, profesionales, intelectuales, indígenas, micro, pequeños, medianos, o grandes empresarios nacionales, a cada momento han tomado  conciencia de la naturaleza  expoliadora y ajena a los intereses nacionales, de ese super-combo privatizador y depredador de la economía nacional, de los derechos fundamentales conquistados, de la soberanía y de la dignidad, en resumen de ese plan sistemático destructor de la patria y recolonizador. No existe una entrada viable al cacareado mercado para “las exportaciones nacionales”, ya que el mismo esta protegido por la legislación gringa, mientras aquí se suspenden los aranceles y las normas proteccionistas del estado costarricense para la producción y la institucionalidad nacional, y las compañías yanquis harían clavos de oro, aplastarían   la economía nuestra y destruirían nuestros derechos esenciales, amparados en los decretos de la Organización Mundial del Comercio (OMC)      

En realidad una inmensa mayoría salida de todas las capas de la población,   por una parte;  han comprendido que se quiso de nuevo llevarles a una trampa, que intencionalmente los campeones de la demagogia y el fraude han montado otro engaño, para favorecer a minorías capitalistas enganchadas servilmente a las castas de la plutocracia transnacional y sus modelos de expansionismo opresor. Por otra parte; se ha ensanchado la voluntad popular y su disposición a defender la soberanía nacional y sus derechos, intensificando su descontento frente a las arbitrarias y humillantes medidas antipopulares de corte neoliberal, y su repudio hacia los minoritarios sectores gobernantes que por décadas han ejercido un deleznable dominio y hegemonía, por medio de los métodos más grotescos, protervos  e infamantes,  y que  han sido una afrenta a la conciencia popular y a la inteligencia de la nación.. Se hace evidente el rechazo total y multitudinario a tanto acto de corrupción, saqueo del erario público, desmantelamiento del estado, drenaje del presupuesto público,  venta y entrega de los recursos naturales y de las instituciones estatales; como si fuera propiedad privada o bienes de muerto, así como contra tan decadente sometimiento, vasallaje  y sumisión a los mandatos de sus amos imperialistas.                

Se ha construido una opinión patriótica labrada en el tiempo como un arco iris de iniciativas, actividades, acciones y movilizaciones. Se ha mostrado cual protesta social inteligente, creativa, unitaria y que se recrea a cada pulsación impulsada por la multitud de corazones, voluntades y emociones, de una fuerza popular que crece sumando en cada giro de la espiral de lucha, el aliento de miles de mujeres y hombres que con resolución ciclónica hacen añicos las barreras del pasado, del atraso, del oscurantismo, de la postración, del miedo, del clientelismo politiquero, de la rutina electocrática y de la inmovilidad. Desde los campos y las ciudades salen las masas sencillas y humildes, la gente de rostro curtido por el trabajo y la experiencia, por el sufrimiento y el sacrificio, por la constancia y la ansiedad. Pero, con una luz de esperanza dando la cara al sol y exaltada por la confianza que da el respaldo mutuo, evolucionando codo a codo, formando bloques contestatarios indestructibles, responde con argumentos, razones y la verdad en la voz límpida, exigiendo participación real en la toma de decisiones, independencia, autodeterminación y la definición de nuestro futuro.

Con las manifestaciones, actos, demostraciones de rebeldía popular, desobediencia civil y acciones; desde las más simples e individuales hasta las abrumadoramente masivas, el pueblo costarricense consciente y honrado contesta a los delusivos gobernantes; que como marionetas manejadas por la embajada de los EE.UU. y desde el exterior por las corporaciones transnacionales, fraguan junto al solapado capital especulativo colocar los más injuriosos grilletes a la patria. Desde la pelea contra el Combo-ICE, pasando por las luchas de los Paperos, Arroceros, pescadores, la lucha por la tierra en Bambuzal, los bloqueos en Sixaola, las Jornadas de Julio del 2002 contra RITEVE, los combates de 2004 demandando alto al costo de la vida, frente a las privatizaciones, la expulsión de RITEVE y ante el “tlc”.

Desde los piquetes en los alrededores del Hotel Camino Real para denunciar las denigrantes reuniones entre los embusteros de la Casa Blanca,  traduciendo  el  instrumento de la enajenación perpetua _ el “tlc”_ a los farsantes de Costa Rica; disimuladas como “negociaciones” en el 2003, continuando con las diversas movilizaciones y eventos que han colmado calles, parques, plazas y carreteras, como las efectuadas en 2004, 17 de noviembre de 2005, mayo, junio, julio y Octubre de 2006, y el 26 de febrero de 2007. Todas ellas respuesta ineludible a los implantados “hermanos Arias”, obnubilados por la componenda con Bush y sus protegidos, entre ellos los monopolios   farmacéuticos. Las marejadas humanas en las calles han sido como tales, un indicador insoslayable del sentir popular, una señal magnífica del rechazo de las mayorías a la intriga del “tlc” y sus funestas consecuencias.

La voluntad popular se ha mostrado con belleza, combativa y cálida, ha dejado una brillante estela de respeto, madurez y sabiduría, sin embargo, la facción aferrada a los órganos del poder no quieren escuchar, alucinados en el desatino de su altanería, se niegan a deponer sus argucias y terminar con la sedición. Con un irrespeto y afectados por una vanagloria sin par, dicen que seguirán con el timo legislativo hacia la ratificación del “tratado”. Por ejemplo: Mayi Antillón jefa de fracción del oficialismo afirma; “nuestro voto será afirmativo al TLC, independientemente de las manifestaciones en contra”. Lorena Vásquez jefa de fracción del PUSC indica; “El PUSC respeta el derecho de los costarricenses para marchar, pero no nos sirve como insumo para definir la forma en que votaremos el TLC”. José Manuel Echando diputado de Unión Nacional declara; “No siento ninguna presión. Voy a meditar mi voto, pero no tomaré decisiones bajo presiones de nadie”. (Diario Extra 27-2-02. P.6).                     Estamos ante un viraje en el rumbo  del conflicto, el pueblo valiente y con decoro proclamó su decisión contra el “tlc”, fue paciente y pausado en sus demostraciones. No obstante, el desvarío del gobierno provocará una intensificación de las acciones populares y hará que el pueblo costarricense lleve a nuevos planos su capacidad para desplegar desde sus bases, un abanico de fulgurantes eventos. La autogestión se impondrá por acá, por allá o por acullá, entendiéndose  que aunque el movimiento social tendrá también que dar un golpe de timón, la lucha de los pueblos tiene una lógica interna y se alimenta de su propia energía, extendiendo los incendios de su trajinar eslabonado y frenético, hasta lograr sus justos propósitos.

Se ha dado un banderazo de salida que abre una fase diametralmente distinta de esta conflagración, por un lado; se han activado las luces rojas de otras formas de lucha que se agregan a las ya aplicadas, y ahora se conjugan para ponernos en las manos un menú enriquecedor y que no podemos despreciar. Por otro lado; se inscribe en la agenda del movimiento popular el tema  del combate directo y frontal contra el gobierno sátrapa de “los Arias” y la oligarquía imperante. De tal manera que la derrota del “tlc”, todo el archivo de Agendas Complementarias, de Implementación o Paralelas y de la estrategia de dominación del imperialismo, que incluye también  a nuestra nación, pasa por la eventual deposición del gobierno de turno, la posible sustitución del actual orden de cosas; en todos los niveles de la estructura estatal, y la derrota total de los sectores hegemónicos y sus políticas.

Los contingentes populares saldrán a la calle a limpiar  la  dignidad del pueblo, a parar de una vez  por todas, el insulto,  el ultraje, el atropello y el pisoteo a que ha sido sometido por mucho tiempo. Amplios sectores sociales han tomado conciencia de sus intereses, han interiorizado sus derechos y han ido entendiendo que tienen la fuerza suficiente y necesaria para reivindicar sus demandas, combatir por la soberanía nacional, propulsar un cambio político y social, y saldar las cuentas morales y  políticas  que las clases dominantes le deben al pueblo, y que por muchas décadas se han acumulado.

Ahora el terreno de la lid es el que  las fuerzas patrióticas, la tradición de lucha y el pueblo articulado definan,  es en la arena que domina, controla y  conoce, donde puede con precisión establecer sus prioridades, dislocar sus filas, hacer sus alianzas, amalgamar y agrupar o reagrupar sus destacamentos. La credibilidad y la iniciativa las perdieron el gobierno, los neoliberales, los caducos, los vendepatria, los traidores, los especuladores y ambiciosos. En los nuevos momentos del combate esa iniciativa a pasado a manos de las fuerzas populares, y la contundencia, la cohesión, la inventiva y el fuego de los de abajo, trepidará por calles, carreteras, campos, plazas y caminos.  Pues que, la camada de fariseos y mercaderes que tanto daño le han hecho a nuestro pueblo y que detonaron este nuevo panorama político,  se atengan a las nacientes  circunstancias disparadas y a los signos  que inexorablemente  asoman en la aurora.                                                               

 

Oscar Barrantes Rodríguez
Miembro:
Comité Cívico de Occidente
San Ramón-Costa Rica
Asamblea del Pueblo.
Febrero de 2007

   

 

 

 

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