Propaguemos las
llamas sembrando vientos
Asoma de nuevo la refriega porque las fracciones de
burguesía gobernantes componen otro arreglo con
los amos del norte, haciendo añicos la soberanía
y la dignidad. El de las Crucitas es un caso de neocolonialismo;
es un episodio más de la entrega al capital transnacional
de las riquezas del subsuelo por parte de las oligarquías
criollas y la depredadora minería a cielo abierto,
frente a los cuales ya se ha dado una pelea ampliamente
conocida.
Tengamos en cuenta que entre sus secuelas se encuentra
la muerte de varios compañeros y compañeras,
Recordemos los casos de la Península de Osa y
las costas del Caribe Sur. En Miramar, Abangares, Norte
de San Ramón, Guatuso, Los Chiles y la Península
de Nicoya se tienen otras luchas populares y antiimperialistas,
ante los intentos de la burguesía nacional de
poner en las garras voraces de las trasnacionales, recursos
naturales que deben entenderse como intocables y, que
solamente le pertenecen a nuestro pueblo.
Esta nueva página, en el avatar por la defensa
del patrimonio inalienable de los pueblos de Nicaragua
y Costa Rica, en las márgenes del río
San Juan; y lo digo de esa manera porque por un lado,
se trata de la protección de la biodiversidad
de ambos lados de la línea limítrofe;
ya que para las especies de animales, fauna ictiológica,
insectos, microorganismos y flora de todos los tipos,
no hay fronteras; las guardarrayas son convencionales.
Por otro lado, la ambición capitalista no tiene
fronteras, ni para el imperialismo hay estados nacionales,
ni derecho internacional, ni autodeterminación
de las naciones, ni derechos inalienables de los pueblos.
Las vetas o los yacimientos de mineral que pretenden
extraer de nuestros territorios; explotando de paso
como fuerza de trabajo en condiciones de esclavitud
moderna, a nuestra población laboral prácticamente
indefensa, se extienden a ambos lados de la cuenca fabulosa
del San Juan.
En lo que se refiere a la lucha estoy absolutamente
convencido y creo firme y conscientemente que ya se
superaron todas la vías institucionales y los
métodos conciliadores e inofensivos para las
clases dominantes, desplegados hasta ahora. Probablemente
algunos andan de nuevo con el cacareo de un referéndum;
es decir otro timo para hacerle el juego a la oligarquía
y el imperialismo, jugando a la democracia mientras
la soberanía es pisoteada y el pueblo sufre y
muere en su desgracia.
Basta ya de blandenguerías, maniobras burocráticas,
conciliábulos concertadores y demagogia politiquera.
Queremos ver a San Carlos en llamas. ¡Pero de
verdad! Pasar de una vez por todas a la ofensiva, retomemos
la iniciativa popular. Levantemos la dignidad de nuestro
pueblo asumiendo esta nueva fase de la lucha por nuestra
soberanía, con arrojo, determinación y
audacia.
Tomemos las calles, las carreteras, los campos, las
plazas y las montañas y veremos como la chispa
de la libertad y la integridad de un pueblo honrado
y viril, se convertirá en llamas y en un incendio
que se propagará reivindicando el poder de decisión
de las mayorías, del amor, de la verdad, de la
razón y de la intuición en el terreno
en el que se puede alcanzar la unidad en la acción
y los contingentes sociales son fuertes, el único
espacio que tiene el pueblo en la actualidad para decidir,
la calle, la protesta social y la rebelión popular.
Efectivamente, no son los tribunales, ni las cortes,
ni el parlamento, ni las elecciones, ni la artimaña
de un referéndum el derrotero en el que efectivamente
y en apego al raciocinio histórico se dirimirán
los antagonismos y las contiendas sociales, y en donde
se terminará la impunidad de capitalistas, expoliadores
y vende patria.
Categóricamente lo externamos, no es con el
protagonismo malicioso y ladino de las mafiocracias
al acecho de las arcas del estado y al servicio del
capital. No son los sindicalistas negociadores y traficantes
de influencias, no son los fatuos que se dicen en llamar
"politólogos"; academicistas de pacotilla
aduladores del modelo electocrático en bancarrota
y secuaces de las bandas de politicastros autocomplacientes
y ávidos de lucro.
No son los cantos de sirena, los clarines electorales
y los cuentos de camino en la retórica de la
nueva plaga de partidos, saliendo de los escondrijos
en la arena de un turno electivo más, intentando
embaucar a los sectores sociales mas ignorantes, o mas
desvergonzados que todavía siguen hablando de
democracia representativa o creyendo en una institucionalidad
fraudulenta, viciada y corrupta que perpetúa
en el poder a los diversos sectores hegemónicos
y oligárquicos, hoy con visos de tiranía
facistoide.
Es la movilización combativa del pueblo es la
que debe generalizarse, los tiempos dan señales
inequívocas en esa dirección, el desafió
lo tenemos quienes estamos en la liza de la lucha social
por la soberanía, por la independencia auténtica
y por los derechos del pueblo. El reto es de los sectores
más preclaros y beligerantes que emprenden la
lid por la liberación del dominio imperialista
y están en la batalla política por cortarle
las piernas al régimen de los Arias, por derrotar
los planes colonialistas de Estados Unidos, por derribar
las anquilosadas y caducas estructuras sociales imperantes.
Debemos tomar la palabra y levantar las banderas de
combate todas las fuerzas que percibimos las condiciones
óptimas para avanzar hacia la construcción
de una sociedad soberana, independiente, moldeada desde
el pensamiento autóctono, basada en la justicia
social y el bienestar colectivo y, sustentada en el
poder del pueblo; el cual se logrará sólo
y sólo sí, es construido desde abajo,
desde la periferia, con las manos del pueblo mismo,
sencillo, honesto y labriego.
¡ASÍ ES QUE PODEMOS HABLAR Y COMPRENDEMOS
A UN SAN CARLOS EN LLAMAS!
Oscar Barrantes Rodríguez
Miembro: Asamblea del Pueblo
Círculo Bolivariano Yamileth López
San Ramón - Costa Rica
Octubre 22 de 2008
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