Paradojas
De:Eduardo Galeano
En:Página/12
Del:'02
El Banco Mundial elogia la privatización de
la salud pública en Zambia: "Es un modelo
para el Africa. Ya no hay colas en los hospitales".
El diario The Zambian Post completa la idea: "Ya
no hay colas en los hospitales, porque la gente se muere
en la casa".
Hace cuatro años, el periodista Richard Swift
llegó a los campos del oeste de Ghana, donde
se produce cacao barato para Suiza. En la mochila, el
periodista llevaba unas barras de chocolate. Los cultivadores
de cacao nunca habían probado el chocolate. Les
encantó.
Los países ricos, que subsidian su agricultura
a un ritmo de mil millones de dólares por día,
prohíben los subsidios a la agricultura en los
países pobres. Cosecha récord a orillas
del río Mississippi: el algodón estadunidense
inunda el mercado mundial y derrumba el precio. Cosecha
récord a orillas del río Níger:
el algodón africano paga tan poco que ni vale
la pena recogerlo.
Las vacas del norte ganan el doble que los campesinos
del sur. Los subsidios que recibe cada vaca en Europa
y en Estados Unidos duplican la cantidad de dinero que
en promedio gana, por un año entero de trabajo,
cada granjero de los países pobres.
Los productores del sur acuden desunidos al mercado
mundial. Los compradores del norte imponen precios de
monopolio.
Desde que en 1989 murió la Organización
Internacional del Café y se acabó el sistema
de cuotas de producción, el precio del café
anda por los suelos. En estos últimos tiempos,
peor que nunca: en América Central, quien siembra
café cosecha hambre. Pero no se ha rebajado ni
un poquito, que yo sepa, lo que uno paga por beberlo.
Carlomagno, creador de la primera gran biblioteca
de Europa, era analfabeto.
Joshua Slocum, el primer hombre que dio la vuelta
al mundo navegando en solitario, no sabía nadar.
Hay en el mundo tantos hambrientos como gordos. Los
hambrientos comen basura en los basurales; los gordos
comen basura en McDonald's.
El progreso infla. Rarotonga es la más próspera
de las islas Cook, en el Pacífico sur, con asombrosos
índices de crecimiento económico. Pero
más asombroso es el crecimiento de la obesidad
entre sus hombres jóvenes. Hace 40 años
eran gordos 11 de cada 100. Ahora, son gordos todos.
Desde que China se abrió a esta cosa que llaman
"economía de mercado", el menú
tradicional de arroz con verduras ha sido velozmente
desplazado por las hamburguesas. El gobierno chino no
ha tenido más remedio que declarar la guerra
contra la obesidad, convertida en epidemia nacional.
La campaña de propaganda difunde el ejemplo del
joven Liang Shun, que adelgazó 115 kilos el año
pasado.
La frase más famosa atribuida a Don Quijote
("Ladran, Sancho, señal que cabalgamos")
no aparece en la novela de Cervantes; y Humphrey Bogart
no dice la frase más famosa atribuida a la película
Casablanca (Play it again, Sam).
Contra lo que se cree, Alí Babá no era
el jefe de los 40 ladrones, sino su enemigo; y Frankenstein
no era el monstruo, sino su involuntario inventor.
A primera vista, parece incomprensible, y a segunda
vista, también: donde más progresa el
progreso, más horas trabaja la gente. La enfermedad
por exceso de trabajo conduce a la muerte. En japonés
se llama karoshi. Ahora los japoneses están incorporando
otra palabra al diccionario de la civilización
tecnológica: karojsatsu es el nombre de los suicidios
por hiperactividad, cada vez más frecuentes.
En mayo de 1998, Francia redujo la semana laboral
de 39 a 35 horas. Esa ley no sólo resultó
eficaz contra la desocupación, sino que además
dio un ejemplo de rara cordura en este mundo que ha
perdido un tornillo, o varios, o todos: ¿para
qué sirven las máquinas, si no reducen
el tiempo humano de trabajo? Pero los socialistas perdieron
las elecciones y Francia retornó a la anormal
normalidad de nuestro tiempo. Ya se está evaporando
la ley que había sido dictada por el sentido
común.
La tecnología produce sandías cuadradas,
pollos sin plumas y mano de obra sin carne ni hueso.
En unos cuantos hospitales de Estados Unidos los robots
cumplen tareas de enfermería. Según el
diario The Washington Post, los robots trabajan 24 horas
por día, pero no pueden tomar decisiones, porque
carecen de sentido común: un involuntario retrato
del obrero ejemplar en el mundo que viene.
Según los evangelios, Cristo nació cuando
Herodes era rey. Como Herodes murió cuatro años
antes de la era cristiana, Cristo nació por lo
menos cuatro años antes de Cristo.
Con truenos de guerra se celebra, en muchos países,
la Nochebuena. Noche de paz, noche de amor: la cohetería
enloquece a los perros y deja sordos a las mujeres y
los hombres de buena voluntad.
La cruz esvástica, que los nazis identificaron
con la guerra y la muerte, había sido un símbolo
de la vida en la Mesopotamia, la India y América.
Cuando George W. Bush propuso talar los bosques para
acabar con los incendios forestales, no fue comprendido.
El presidente parecía un poco más incoherente
que de costumbre. Pero él estaba siendo consecuente
con sus ideas. Son sus santos remedios: para acabar
con el dolor de cabeza, hay que decapitar al sufriente;
para salvar al pueblo de Irak, vamos a bombardearlo
hasta hacerlo puré.
El mundo es una gran paradoja que gira en el universo.
A este paso, de aquí a poco los propietarios
del planeta prohibirán el hambre y la sed, para
que no falten el pan ni el agua.
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