EL
ODIO DE LA BESTIA OPRESORA
NAUFRAGÓ EN LA INMENSIDAD
DE UN PUEBLO LIBRE
Nunca en la historia se ha visto un empecinamiento
criminal y sanguinario como el blandido por el estado
imperialista de Estados Unidos, al ejecutar el monstruoso
bloqueo a Cuba Revolucionaria. Las proporciones de la
agresión sistemática urdida a lo largo
de casi 50 años sobre el pueblo cubano, cuando
éste dio el paso trascendental hacia la edificación
de una sociedad libre, independiente y socialista, no
tiene parangón conocido.
Ni el genio más intuitivo de ciencia ficción
se imaginó jamás que la sinrazón
llevara a los extremos de inquina y desafuero como el
tramado y desatado con el bloqueo y embargo comercial,
financiero y económico a Cuba, combinado con
una estratagema metódica de ataques mercenarios,
conspiraciones, actos terroristas y guerra sucia, encubierta
y bacteriológica.
La energía de una nueva vida moldeándose
con las manos del pueblo desde sus sensibilidades, sus
aspiraciones, su alegría, su fuerza innovadora,
y su moral ha sido un escudo infranqueable que repelió
siempre y derrota a cada instante los planes más
violentos, inhumanos y obsesivos fraguados por tenebrosas
mentes, la voracidad capitalista, y la supuestamente
incontrastable maquinaria militar de Washington.
Desde el día en que triunfa la Revolución
empieza la conjura que se traduce en un procedimiento
del presidente de Estados Unidos W. Eisenhower, para
aplastar la victoria popular en Cuba a un plazo de seis
semanas. Sería la conjugación de actos
de sabotaje, incursiones armadas, asesinatos y el comienzo
de las restricciones desenfrenadas contra Cuba. Entonces,
el bloqueo es una medida de guerra por su lógica
estratégica, dirigida a derrocar un gobierno
revolucionario y suprimir un proceso de cambio político
y social.
Un siniestro memorando que en 1960 circuló en
la Casa Blanca y que fue enviado por el subsecretario
de estado a Eisenhower decía: “la mayoría
de los cubanos apoyan a Castro, no existe una oposición
efectiva, el único medio previsible para enajenar
el apoyo interno es a través del desencanto y
el desaliento, basado en la insatisfacción y
las dificultades económicas. Debe utilizarse
prontamente cualquier medio concebible para debilitar
la vida económica de Cuba, negarle dinero y suministros
para disminuir los salarios reales y monetarios a fin
de causar hambre, desesperación y el derrocamiento
del gobierno.”
La obstinación del imperio se ha caracterizado
por el atropello insistente al pueblo, una avalancha
de atrocidades para estropear la tranquilidad de la
gente, descargar los peores agravios sobre la población
como medio para intentar destruir la revolución.
Así ha sido la pretensión arbitraria y
demencial personificada en el salvajismo imperialista
estrujando, desesperando, arrinconando y asfixiando
al pueblo cubano para que estalle. Pero, la valentía,
el decoro y la sabiduría de un pueblo consciente
de haber conquistado las riendas de su futuro; ha vencido
la decadencia, la ignominia y la prepotencia colonialista
y enfermiza del imperialismo.
Por eso hoy el pueblo cubano camina con la frente en
alto, soberano y seguro de poseer el poder de decisión,
erige en su tierra amada la sociedad que quiere; aquella
compatible con sus ideales. Al pueblo de Cuba por su
resistencia, por su engrandecimiento y por la dignificación
de todos los pueblos del mundo; salud.
Oscar Barrantes R.
Miembro: Círculo Bolivariano Yamileth López
Asamblea del Pueblo
Octubre -21- 2008
San Ramón-Costa Rica
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