Pasos para organizar una Asamblea Popular
Pasos para organizar una Asamblea Popular
 

25/11/09

Palabras sobre el recupere/okupa-zion
de espacios públicos

I Feria LIbertaria (trueke y okupa-zion) diziembre 6, parke Spaña.
No Vote Nunka Máz
Si votar cambiara algo sería ilegal....

El espacio en las ciudades es para usarlo y para okuparlo porque es de todxs. El movimiento okupa ha desarrollado interesantes conceptos sobre los espacios públicos y privados, a pesar de haber sido estigmatizado y violentado.

Nacidos en la Europa Occidental, lxs okupas han sido perseguidos desde sus inicios y señalados de anticiudadanxs, piratas, anarquistas, enemigx públicx, mafiosos, fascistas y ¡hasta forajidos! Si bien hay quienes tildan sus reclamos como una pose juvenil, una moda, su demanda no está apartada de la necesidad de una ciudad incluyente, equitativa y humana.

Aunque lo primero que imaginamos al hablar de okupación es la toma de casas abandonadas o la invasión a la propiedad privada, el tema de la vivienda ha sido más que una finalidad, un medio para reclamar espacios colectivos de convivencia y participación. Los famosos okupas europeos y de otras partes del mundo no son simples nómadas en busca de viviendas vacías, sino que promueven la idea de la reconstrucción de los lazos sociales que dan vida e identidad a los barrios. Recuperan y reivindican esos espacios físicos para la autogestión de actividades populares, culturales y artísticas.

Si hablan de romper las cadenas de la globalización, no es sino para crear redes sociales a través de las cuales han logrado rescatar espacios inservibles y transformarlos en lugares de reunión, intercambio, creatividad y tolerancia entre vecinos.

Podemos decir que la okupación apunta a la reapropiación de los espacios públicos porque son necesarios para la comunicación y la socialización y hacen crecer los sentimientos de pertenencia y solidaridad.

Actualmente vemos como nos están imponiendo la lógica del miedo. Es la lógica del encierro en la ciudad privatizada y a la vez de la represión desmedida; lógica del hambre y la exclusión; ciudades cada vez más cercadas en muros, vallas y alambrados; cámaras de vigilancia y mil vigilantes, y a la vez la doctrina de la inseguridad sembrando enemistades.

Se teme de los robos, de los pobres, de la represión, ahora se teme del encierro. Se respira miedo. Miedo a la crisis financiera, miedo al desempleo, miedo a la caída del segundo muro que había prometido consumo y prosperidad. Se despliegan cámaras de vigilancia en todas las esquinas, y las formas institucionales del Estado van dejando paso al modelo privado de la gestión policial construyendo así una nueva clase de sociedad, la sociedad privatizada.

Lo público está siendo desgarrado. Se está criminalizando ir a la plaza con lxs niñxs, realizar espectáculos en los barrios, jugar a la pelota en el parque. De hecho, los parques se han pavimentado casi completamente con senderos serpenteantes que quiebran cualquier espacio útil para el encuentro, y destina los parques al estar individual o al tránsito de paso. Han llegado al punto de diseñar ingeniosos dispositivos para que nadie pueda recostarse en los asientos, y para que nadie pueda correr al aire libre sin verse obligado a zigzaguear entre los árboles o los postes de iluminación. Y ni hablar de reunirse los vecinos: más de tres en una esquina es asociación ilícita. Hay un toque de queda cada noche en cada plaza cuando se cierran sus puertas de hierro. Y esto es literal.

La represión está legitimada. Es fácil, y es casi inevitable, reprimir a la población cuando no está representada. Y este es un punto crucial: se está reprimiendo la presencia.

Cuando se proclama el uso público del espacio público se prescribe una idea política. Cuando la gente hace uso de un espacio, inventa un espacio público, esto es, un espacio que se sustrae a todo poder particular. Se abandona la pasividad y estamos ante una forma de acción colectiva que excede la estructura política vigente.

La idea es que se de un “uso público del espacio público” o lo que es lo mismo, que cualquiera puede usar el espacio público. No hace falta la autorización porque es imposible la autoridad. Por eso, el movimiento okupa, entre sus estrategias de lucha no convencionales plantea la desobediencia civil, la misma que no nos es extraña en estos tiempos de forajidxs.

Cuando se intenta hacer pasar nuestros reclamos por simples actos vandálicos, desobedientes, transgresores y hasta triviales, debemos responder con la creatividad y el entusiasmo de quienes se saben con el derecho y la responsabilidad de salir a las calles a okupar el espacio público, el espacio propio, para ejercer la democracia directa, la cual al igual que la ciudad, debe ser de todxs.

Las plazas y los parkes son de todxs...

 

 

 

inicio
Archivo
Galerķa
Enlaces
Contacto
 
 
email: info@asambleadelpueblocr.org  I  Asamblea del Pueblo  I  San José, Costa Rica
Este sitio web está bajo los términos de licencia de Atribución-No Comercial-Compartir Obras Derivadas Igual 3.0 Unported
Creative Commons License