El nombre del cabecilla golpista hondureño Roberto Micheletti aparece en una larga lista de narcotraficantes redactada, en una fecha no
precisada, por un alto oficial del Ministerio de
la Defensa y Seguridad
Pública de Honduras que lo relaciona con el Cartel de Cali, la red colombiana
de narcotráfico.
El documento firmado por el Coronel de infantería René Adalberto Paz Alfaro
y llevando el membrete del ministerio, señala en el número SN-FF. AA.
060, a ROBERTO MICHELLETI
BAIN – con el error de ortógrafo en Micheletti – con
la “CONEXIÓN” Cartel de Cali y bajo la mención “LUGAR” la palabra “Yoro”.
Las notas biográficas de Micheletti precisan
que empezó su carrera política en los años 80, cuando ocupaba el cargo de
presidente del Consejo Local en Yoro donde siempre se
hizo elegir de diputado al Congreso Nacional.
Hijo de un ciudadano italiano, Umberto Micheletti y de Donatella Bain, el actual usurpador de la presidencia hondureña nació
el 13 de agosto de 1948 en el municipio de El Progreso (Yoro).
Estudio comercio en Estados Unidos para dedicarse luego a su negocio,
la Empresa de Transporte TUTSA, en su municipio natal.
La aparición del nombre de Micheletti en tal lista
de narcotraficantes no deja duda sobre la presencia de su nombre en los
ficheros de
la DEA,
la agencia norteamericana antidroga.
Sin embargo, nada ha filtrado al respeto de fuente norteamericana, hasta
ahora.
Llama la atención que, hace unos días, un grupo de congresistas
norteamericanos de extrema derecha encabezados por los representantes de
la Florida, Mario y Lincoln Díaz-Balart, intentaron
ensuciar el nombre del presidente constitucional Manuel Zelaya al solicitar del
presidente Barack Obama que
investigue su supuesta “vinculación con el narcotráfico”, a través de
la DEA. Obama ni constestó.
Los Díaz-Balart tienen un viejo expediente de
relaciones turbias con los círculos colombianos afiliados al narcotráfico.
Por otro lado, entrevistado por Radio Pacífica este 10 de julio, el
dirigente por los derechos humanos en Honduras Andrés Pavón afirmó que el
general Vázquez Velázquez, jefe del Estado Mayor
hondureño, tiene conocidos lazos con el narcotráfico.
“Él es un hombre de la comunidad de inteligencia de América Latina, cercana
a las estructuras de
la DEA
y
la CIA”,
explicó en una conversación telefónica con el periodista Fernando Velázquez, reportada por Radio Mundial de Venezuela.
Pavón agregó que tiene “evidencias que las misma embajada de Estados Unidos,
a través de
la DEA,
ha sido cómplice para operaciones de narcotráfico”.
General golpista Vásquez fue detenido por robo de carros en 1993
12 Julio 2009
La noticia
se confirma por distintas fuentes. El General Romeo Vásquez Velásquez,
comandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas que
secuestró y expulsó del país centroamericano al Presidente constitucional José
Manuel Zelaya fue arrestado y encarcelado en febrero de 1993 como cabecilla de
una pandilla internacional de ladrones de carros.
El arresto de Vásquez que Zelaya destituyó de su cargo por insubordinación y
que se negó a abandonar su puesto para luego encabezar la revuelta de los
gorilas, fue anunciado por toda la prensa hondureña el 2 de Febrero de 1993.
Este día, el periódico El Heraldo - hoy entre los mas activos cómplices de
la cúpula de empresarios, gánsteres y militares que
robo el poder - publicó la noticia con el titulo: “A prisión once
miembros de Banda de los Trece“.
De la "Banda de los Trece". Trasladados a
prisión once implicados en el sistemático robo de automóviles
El Heraldo prefiere no recordarse de esto.
Este día de 1993, Vásquez está arrestado como uno de los once miembros de
una mafia internacional de robacarros llamada “Banda
de los Trece” que se apropió ilegalmente de más de 200 carros para su
venta en los países vecinos.
Explica el
artículo del Heraldo que la pandilla se encontraba apadrinada por el Teniente
Coronel Wilfredo Leva Cabrera “y el Mayor Romeo Vásquez Velasquez”
que iban a ser encarcelados en
la Penitenciaria Central.
“Once personas detenidas por su supuesta participación en el robo de
unos 200 automóviles de lujo, así como 12 de los 19 carros decomisados como
prueba de convicción por
la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI),
fueron puestas ayer a la orden del Juzgado de Letras Primero de lo Criminal de
Tegucigalpa”, señala por su parte
La
Tribuna, otro periódico de la capital al precisar que “dos
diputados tienen en su poder carros robados“.
“Llama la atención que fue el mismo congreso que declaró su apoyo al golpe
de estado, el que nombro a Roberto Micheletti como
presidente, y el que además había nombrado al ladrón de carros de lujo, Romeo Vasquez Velasquez, como Jefe del
Estado Mayor Conjunto de
la
Fuerza Armada”, comenta un blog salvadoreño - El Trompudo - que denuncia el hecho con copias de artículos de
prensa.
NarcoNews el sitio especializado norteamericano ya
había publicado la noticia hace unos días, también con recorte de prensa.
No se sabe por que subterfugio el seguimiento del caso no aparece en los
archivos. Todo parece indicar que Leva y Vásquez se beneficiaron de la presencia
de amistades en el aparato judicial.
Vásquez Velásquez es un alumno hondureño más
de
la Escuela
de las Américas, la academia militar yanqui que
enseña a torturar, desaparecer, asesinar a militares del continente que Estados
Unidos pretende dominar.
El ahora gorila en jefe hizo varias estancias en esta institución imperial
entre 1976 y 1984, cuando se encontraba en Panamá. Ahí aprendió a insertarse en
las actividades criminales que el ejército hondureño desarrollaba entonces en
contra de Nicaragua y de los militantes de izquierda de su propia nación.
Durante los años 80, 184 personas fueron desaparecidas en Honduras. El
Batallón 316, escuadrón de la muerte creado por asesores de Estados Undios, Argentina, Chile, Israel Taiwán, asesinaban a
maestros, estudiantes, líderes sindicales, campesinos y simpatizantes de grupos
progresistas.
Lo cierto es que el politiquero golpista Roberto Michiletti que ocupa hoy ilegalmente la presidencia del país centroamericano y que
pertenece desde tres décadas a su Congreso, no puede ignorar las
características poco gloriosas de la hoja de ruta de quién le permitió acceder
a su presidencia postiza.
Vásquez, el cabecilla de pandilla internacional de robo de carros de lujo
pasado a comandante de Estado Mayor, se encontró entre las “personalidades” que
se reunieron en
la Embajada
de Estados Unidos en Tegucigalpa, unas semanas ante el golpe, para “hablar de la
crisis” y que terminaron, según The New York Times, estudiando “cómo
derribar al Presidente Zelaya, cómo arrestarlo y qué autoridad podría hacerlo”.