¡Ni un paso atrás! 2
Compañera Consuelo Hernández:
Estimada compañera
Compañeros (as) de su Organización y del movimiento popular salvadoreño:
Saludarles fraternalmente, sabiendo también de su compromiso e inclaudicable determinación de lucha. Las muestras de solidaridad con el FMLN, las extendemos también a usted y su organización, a todas las organizaciones del movimiento popular salvadoreño y a su pueblo entero. Sentimos que en las actuales condiciones de la actividad revolucionaria, el espíritu de unidad y sobre todo la práctica unitaria en la izquierda, y las fuerzas antimperialistas, es más urgente que nunca.
Comprendiendo, por supuesto, que el principio de la unidad política como un proceder; táctico y estratégico, ante los desafíos que presenta la lucha, es fundamental a cada paso. Pero, si no se ha consolidado, todas las organizaciones que se precien de actuar consecuentemente, deben asumir el compromiso, avanzar y dejando de lado toda vanidad, juicios de valor y superficialidades tendentes al hegemonismo, o de protagonismo_ de grupo o personales_ para confluir decididamente en una sólida unidad, de una vez por todas. Lo mismo cabe para todos los revolucionarios y fuerzas populares de Latinoamérica.
Claro está, que la crítica franca y transparente, así como el debate ideológico maduro y profundo, es insoslayable en estos procesos unitarios. Entre tanto, entendiéndonos en el sentido de que debe existir un respeto mutuo. Tanto desde el punto de vista organizativo y filosófico, como de nuestras diferencias y autonomía, lo cierto es, que debemos descubrir y destacar con sabiduría los puntos, conceptos, posiciones y planteamientos en general, en los que coincidimos, para desde ahí amalgamar nuestra actividad revolucionaria.
Tenemos suficiente experiencia y trayectoria, la cual ha sido sumamente aleccionadora. Si hemos aprendido de los errores, fallos e imprecisiones, tanto como de los aciertos, los retos actuales de la lucha nos imponen aún más, la necesidad de rectificar y acelerar los cambios de actitud, desde cada una de nuestros partidos, movimientos, frentes de acción o grupos revolucionarios.
Creemos a ciencia cierta, que nunca está de más, recordar estas verdades, aunque las mismas pareciera, caen por su propio peso. Este debe ser un esfuerzo colectivo del movimiento revolucionario de Centroamérica en particular y de América Latina y el Caribe en general. En El Salvador existe el acervo, la capacidad teórica, la fortaleza ideológica y la acumulación de enseñanzas, de una izquierda forjada en las más duras, complejas y diversas circunstancias de la realidad social e histórica. Estamos seguros que sabrán caminar por los senderos correctos, que les permitirán derrotar a los enemigos de clase criollos, como a los invasores neocolonialistas y al inhumano capitalismo globalizado.
Los sucesos políticos que se están presentando en su tierra, responden a la estrategia generalizada por el imperialismo para toda Centroamérica, y a sus planes para imponer a toda costa el mal llamado "tlc". Tienen compradas a las clases políticas y los sectores del capital financiero hegemónicos en nuestros países, con migajas.
Intentan implantar un modelo económico, social y político anexionista, atropellando Constituciones, la soberanía, legislaciones y profundizando la dependencia y las desigualdades de nuestras sociedades, en relación con el del capitalismo transnacional. Washington despliega todo tipo de artificios e injerencismo, chantajea y presiona a los grupos gobernantes del istmo, aprovechando la premisa de la no existencia de programas ni planes de desarrollo; expresión del descalabro y la crisis de las clases dominantes.
Lo único que les queda para evitar temporalmente, precipitarse al abismo, es el referido dictado, hecho y maquinado desde la capital del imperio. Con ello se pretende culminar las medidas neoliberales, orientadas desde las agencias financieras internacionales e impulsadas por la Casa Blanca, y en beneficio de las corporaciones transnacionales. Sean los programas de ajuste estructural (PAE), el desmantelamiento de los presupuestos estatales de carácter social, y de las instituciones públicas y empresas estatales, la privatización (programas de reingeniería, apertura y modernización, con la treta de la eficiencia, la calidad y la competencia) de los servicios de salud, seguros, electricidad suministro de agua, telecomunicaciones, educación pública básica y universitaria, entre otros. Así como operar los cambios necesarios en la producción y el comercio, para insertarse en la economía de mercado globalizada.
Los consorcios monopólicos a través del "Libre Comercio", encadenarán la actividad comercial a sus condiciones, doblegarán a nuestras economías, arrasarán nuestra producción, esclavizarán a nuestras trabajadoras y trabajadores, depredarán nuestras riquezas naturales, saquearán nuestros recursos de todo tipo, destruirán todo derecho y garantía política, laboral y social, someterán toda actividad de la sociedad al incremento ilimitado de sus ganancias, a las garras sangrientas y viles de de la acumulación y la ansiedad de lucro indiscriminado.
Intentan un plan inescrupuloso de recolonización de nuestros territorios, que convertirían en campos de concentración conformados como, maquilas, plantas de experimentación y producción de armamento de cualquier tipo, o plantaciones de cultivos forzosos, sometidos a fumigación con agroquímicos y pesticidas ultracontaminantes, que envenenarían ríos, lagos, litorales y océanos. Montarían cárceles, bases militares, campos de entrenamiento de tropas y prueba de armas convencionales, así como químicas, bacteriológicas, de munición de uranio o plutonio. Abrirán depósitos para desechos tóxicos, degradarían nuestros bosques, campos, humedales, cuencas hidrográficas, reservas de recarga acuífera y toda fuente hídrica, convertirán estas áreas, cuencas y patrimonio en desiertos.
Todo este panorama tétrico sería el resultado de un régimen de dominación y un orden avasallador, criminal y oprobioso, enclavado por las vías políticas, legales, oficiales, mediáticas, y militares; atrevidas o subterráneas, del ardid, directas o subliminales, conscientes o inconscientes , que fuesen necesarias y normado con los términos, las reglas y los mandatos de la OMC , los tribunales y arbitrajes internacionales controlados por la oligarquía financiero-monopólica, transnacional.
En este juego las clases dominantes criollas, sólo cumplirán el despreciable y canalla papel de cómplices, de vendepatria a sueldo, de administradores de intereses de los neofilibusteros, especies rastreras postradas a los intereses de los invasores. Las cúpulas oligárquicas sumisas al amo washintoniano, apuestan a réditos sustanciosos por la traición, aunque sean sólo los despojos del saqueo y la transferencia del torrente de ganancias a la metrópoli. Por eso han quemado las naves y disparan el último cartucho con el paquete del ALCA, PLAN PUEBLA PANAMÁ y los "tlc".
Inmersos en ese callejón sin salida están dispuestos a todo, por lo que han hecho fraudes electorales, han violentado Cartas Magnas, han dado golpes de estado, decretan leyes y gobiernan por la vía de hecho. Le cierran las puertas a las demandas populares, toman precipitadas medidas de contrainsurgencia y promueven proyectos parlamentarios "antiterroristas".profesionalizan los aparatos de seguridad y represivos, corren a Washington y viceversa, pactando y confabulando para la ejecución de maniobras y ejercicios militares, aplican planes de vigilancia conjunta de espacios aéreos, costas y mares, para el supuesto control del trafico de drogas. Intensifican los programas de preparación de oficiales en academias militares yanquis, en Taiwan, Israel, Corea del Sur, Chile, España, entre otros países, en distintas armas y especialidades.
Están dispuestos a todo, esas son las órdenes de Bush y su camarilla de asesinos, esas es la voluntad del capital transnacional. Por lo tanto no escatimarán decisiones, por más atroces, sangrientas, violentas y transgresoras de los derechos humanos sean. Así las cosas estamos ante la ingente necesidad de redoblar la vigilancia, elevar nuestra capacidad de organización, profundizar la labor de agitación, articulación y movilización de los más amplios sectores sociales y populares. Debemos poner en tensión todas nuestras fuerzas. Tenemos que afinar el ojo avizor y elevar a nuevos planos los esfuerzos de unidad popular y revolucionaria.
Manifestamos de nuevo la solidaridad militante de la Asamblea del Pueblo y el Comité Cívico de Occidente, con el movimiento popular y revolucionario salvadoreño y centroamericano, repudiamos contundentemente los intentos arbitrarios, el irrespeto al pueblo Salvadoreño y la estafa a la inteligencia desatada desde la casta gobernante, conducida hoy, por Elías Antonio Saca y su banda de retrógrados y corruptos, testaferros del imperialismo.
Consideramos importante ampliar el intercambio de comunicaciones e información entre nuestras organizaciones, de tal manera que estrechemos relaciones y reforcemos el apoyo mutuo, en momentos que confrontamos la insensatez de la estrategia, del decadente enemigo común y sus monigotes, cavernarios a ultranza.
Adelante, ni un paso atrás.
Como un sólo brazo derrotaremos el Plan Puebla Panamá, el ALCA, el "tlc" y la estrategia de dominación imperialista.
El filo incontrastable de nuestros pueblos derribará el neoliberalismo, derrotaremos a los neoliberales y al imperialismo.
Viva el Internacionalismo Proletario
Desde la primera fila de lucha-hasta la victoria definitiva.
Oscar Barrantes Rodríguiez
Asamblea del Pueblo
Comité Cívico de Occidente
San Ramón-Costa Rica
14 julio 2006.
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