La curiosa unanimidad
de la izquierda y la derecha
con el "retorno de Zelaya"
06/30/09 Análisis de Pablo Hernández Parra
El golpe y retorno de Zelaya, repite el libreto de abril del 2002 en Venezuela; Zelaya aumenta su popularidad e impone “democráticamente” la reforma reeleccionista. En este caso el objetivo de Washington de gobiernos a largo plazo, fruto de elecciones que garanticen la inversión extranjera, tal como lo defiende Zelaya, se logra y queda Washington como garante de la democracia y el capital internacional le impone a Zelaya sus condiciones, con el apoyo del ALBA y la OEA.
.. Desde Obama hasta Chávez, así como las agencias noticiosas de “izquierda y derecha” todos coinciden en presentar la crisis política de Honduras como una lucha entre el modelo “dictatorial” o “democrático” de dominación como forma de ejercicio del PODER DEL ESTADO de toda clase dominante.
El hecho de que aparentes antagonistas coincidan en el análisis de la crisis e incluso en su solución, ya de antemano nos lleva a la sospecha de que estamos en presencia de una reedición del libreto venezolano de abril del 2002. La pieza del rompecabezas que no encaja.
La "reelección indefinida"
El nuevo modelo de dominación que impulsa Washington basado en una dictadura de origen “democrático”, que tiene como fundamento la reelección indefinida como fue aprobada en Venezuela, y que en esencia es el modelo cubano- chino de la dictadura del partido y del dictador con elecciones secuestradas de tiempo en tiempo.
Esto es lo que se denomina la democracia blindada. Y esta solución es la que precisamente propone Zelaya. Estamos en presencia de una aparente contradicción: En apariencia (solo en apariencia) los intereses de Washington están siendo enfrentados por un sector de la reacción de la burguesía de Honduras. Analicemos un poco las noticias e intentemos una explicación que arme el rompecabezas.
Lo que sucede en Honduras tiene formalmente como raíz la posición de un sector de la clase dominante que aparentemente quiere evitar que el modelo político de Chávez de reelección indefinida se imponga por cuanto los dejaría eventualmente fuera del reparto del poder, Zelaya se perpetuaría en el gobierno.
Ante esa posibilidad la fracción de la clase dominante amparándose en la constitución burguesa de Honduras, sencillamente da un golpe de Estado como se estila en estos casos de “crisis constitucionales”, como un camino evidente para negociar un nuevo reparto del poder y un establecimiento de nuevas reglas dentro del orden establecido.
Es perfectamente claro que lo que sucede en Honduras no tiene nada que ver con una situación revolucionaria o que esté en peligro el orden establecido. Estamos en presencia de una vulgar lucha entre caimanes del mismo pozo donde una fracción tiene las armas y la otra recurre al “apoyo popular e internacional“ como factores de negociación .
Esta crisis como toda crisis interclasista se solucionara con un acuerdo, donde la sangre no llegara al río, y donde el pueblo pondrá algunos de los muertos en apoyo de Zelaya o como miembros del ejército en apoyo de los golpistas, y posteriormente pondrá los votos cuando sean llamados a votar por su próximo verdugo. La solución de la crisis que ya se vislumbra abre dos grandes salidas:
Primero, el retorno de Zelaya para que termine su mandato que se acaba este año, sin que pueda reelegirse.
Sin sanciones para ninguno de los golpistas principales como sucedió en Venezuela, porque quien se coloco al margen de la ley fue el propio Zelaya según los golpistas (no olvidemos que en Venezuela el Tribunal Supremo de Justicia determino que no hubo golpe de estado).
En este caso gana el sistema y el orden dominante de Honduras y la fracción golpista logra su objetivo. Por lo que se vislumbra esta sería una de las salidas a la crisis, incluso adelantando las elecciones.
Segunda, Zelaya es restituido, sin sanciones para nadie pero se permite la consulta reeleccionista de Zelaya bajo el control de la OEA y de los países del ALBA. Esto explica la reunión actual en Nicaragua, con la presencia de Raúl Castro. Esto cuenta con el apoyo por Washington.
En este caso estaríamos ante un caso de DOCTRINA SHOCK, el golpe y retorno de Zelaya, repite el libreto de abril del 2002 en Venezuela; Zelaya aumenta su popularidad e impone “democráticamente” la reforma reeleccionista.
En este caso el objetivo de Washington de gobiernos a largo plazo, fruto de elecciones que garanticen la inversión extranjera, tal como lo defiende Zelaya (1), se logra y queda Washington como garante de la democracia y el capital internacional le impone a Zelaya sus condiciones, con el apoyo del ALBA y la OEA.
No olvidemos que después de abril del 2002 es cuando se impone en Venezuela la quiebra de PDVSA y la privatización vía empresas mixtas del yacimiento petrolero de Venezuela , así como la reforma constitucional que colocó toda la economía venezolana bajo el control del capital extranjero vía empresas mixtas, endeudamiento, aumento de las importaciones.
Soldados hondureños bloquean una de las calles que dan acceso a la residencia del presidente Zelaya en Tegucigalpa. (Foto Reuters)
Por ende de la dependencia del capital internacional, y sobre todo aumento de la fuga y transferencia de capital vía devaluación, inflación, especulación y sobre todo corrupción por parte del lumpen militar- político que fielmente le sirve a los intereses del capital internacional en su conjunto, no solo de las transnacionales sino de los gobierno que hoy son propietarios de recursos, fabricas y servicios en Venezuela.
La participación del pueblo de Honduras en la “crisis” será la misma de siempre, poner los votos o los muertos mientras los reales factores de poder negocian incluso en el exterior la salida a la crisis en beneficio de la burguesía y el capital internacional.
La posición del gobierno de EEUU se puede explicar por la vía de la doctrina shock, alentaron el golpe, en Honduras como hicieron con Hussein en 1991, para luego imponerle sus condiciones. Esto lo harían no solo contra Zelaya, sino a toda la burguesía de Honduras y todo con el apoyo de los gobiernos de AMÉRICA LATINA encabezados por los gobiernos del ALBA.
El nuevo Plan Mérida
En estos momentos EEUU lleva adelante el PLAN MÉRIDA PARA CENTROAMÉRICA, que significa: …“el Plan Mérida se caracteriza por la no transparencia, el mismo Senado Estados Unidos ha elevado su protesta por la falta de información, igual situación se presentó en el Senado de México que se pregunta si este plan no es una injerencia directa de Washington en asuntos internos del soberano pueblo mexicano…El Plan Mérida no es más que remilitarizar la región para expandir su dominio y someter a nuestros pueblos. Y es defendido por el funesto Negroponte , recordado en nuestro país por propiciar las desapariciones forzadas. Hoy regresa a Honduras a promover el Plan Mérida, a imponer a los Estados de la América Central los objetivos de Estados Unidos en la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico. Una guerra que se libra en nombre de la seguridad pero que genera graves violaciones a los derechos humanos…El regreso del "halcón" Negroponte a la diplomacia internacional generó grandes preocupaciones para los defensores de derechos humanos, y fueron reafirmadas con las denuncias de las torturas aplicadas en ABU GHRAIB (IRAK) en las que se usó el mismo manual de torturas de la CÍA que se aplicó a los prisioneros políticos en Honduras". (http://www.derechos.org/nizkor/negroponte/cofadeh.html)
La embajada yanqui en Tegucigalpa era la embajada central de EEUU para toda Centroamérica y el Caribe. Fue la embajada clave en la "guerra" antisubversiva de Centroamérica en la época de Reagan, dirigida precisamente por el funesto JOHN DIMITRI NEGROPONTE, cuyo historial en Honduras se puede leer en el anexo de estas notas. Y precisamente Negroponte estuvo en Honduras a principios de este mes de junio.
Tomando en cuenta la experiencia de los sucesos de abril del 2002 en Venezuela y sobre todo lo ocurrido posteriormente en Venezuela, donde el capital internacional, en especial el petrolero y financiero han reforzado su dominio y control sobre la economía del país, no olvidando el papel de los militares bolivarianos en la guerra de Centroamérica, pero sobre todo la actual ejecución del Plan Mérida por parte de EE.UU en Méjico y Centroamérica, dirigida por el propio Negroponte, nos lleva a pensar de que así como el estallido de la fiebre porcina en Méjico, fue el Shock aplicado en ese país para poner en marcha el Plan Mérida, disfrazado en una aparente lucha contra el narcotráfico, este golpe (con el sistema "democrático) en Honduras, forma parte del mismo plan y con los mismos objetivos.
En conclusión estamos en presencia de un nuevo show desarrollado por el imperio norteamericano controlando los dos bandos no solo en Honduras, sino en toda América Latina.
De un lado el malévolo imperialismo que hoy coincide con los Chávez y Castro en defensa de la democracia y unos “antiimperialistas" agrupados en el ALBA haciendo su papel de oposición pero todos en defensa del orden capitalista dominante, en América Latina y en Honduras.
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