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¿Insurrección en Honduras?
central america / caribbean | imperialism / war | opinion/analysis Friday July 24, 2009 04:01 by José Antonio Gutiérrez D.
El quiebre de las negociaciones
de San José de Costa Rica para buscar una salida "negociada" que fuera
favorable a los Gorilas de Honduras, debilita y aisla a la dictadura, a
la vez que abre la posibilidad para que el pueblo pueda avanzar en su
consolidacion como un actor político en derecho propio y pueda abrirse
paso, mediante la resistencia, a una victoria desde abajo. Este
quiebre, da mayores posibilidades a una victoria popular mediante la
acción directa, que tendrá por resultado a un pueblo fortalecido, con
mayor experiencia y con mayor conciencia de sus capacidades. A su vez,
este escenario representaría una importante derrota a los sectores más
arcaicos de la oligarquía. En este sentido, es que nuestra solidaridad
debe expresarse con mayor fuerza en este punto crítico en que el pueblo
puede pasar a la ofensiva y en que, probablemente, la represion también
se agudizará.
¿Insurrección en Honduras?
“Kote y'ap plimen poul, kodenn pa ri”
(Donde se despluma al pollo, el pavo no se ríe. Proverbio Haitiano)
En dos artículos anteriores[1] en que hemos analizado la situación
planteada en Honduras desde el derrocamiento del presidente Manuel
Zelaya el 28 de Junio mediante un Golpe Militar, hemos sostenido que el
objetivo primordial de este Golpe es forzar al sector liderado por
Zelaya a desistir de reformas incómodas, incluida un eventual proceso
de Asamblea Constituyente, así como desmoralizar, desgastar y disuadir
al movimiento popular parta que renuncie a presionar por
transformaciones más radicales. El medio para alcanzar este fin,
decíamos, sería lograr una negociación según el “modelo haitiano”
(1991-1994) en la cual se garantizaría, por un lado, un “compromiso”
que dejara intacto el status quo y que fortaleciera la hegemonía de los
sectores más retrógrados de la oligarquía y el ejército, mientras por
otra parte, se desarticularía al movimiento popular para impedir que se
convirtiera en un actor político a corto o mediano plazo.
Efectivamente, el curso tomado por las negociaciones y su posterior
rompimiento dejan, nuevamente, al descubierto las intenciones de los
Gorilas así como el pésimo cálculo político que han hecho en esta
coyuntura crítica, en la cual subestimaron, por un lado, el peso de los
actores populares y, por otro, jamás contaron con una condena
internacional tan categórica como la que recibieron, lo cual hace
insostenible esta aventura militar a mediano plazo. A raíz del
rompimiento de las negociaciones, se abre un escenario incierto en el
cual es muy probable que el conflicto de clase que se encuentra detrás
del problema del “estado de derecho” pase a primer plano. También en
este escenario, la solución a la crisis queda en manos de la
movilización popular, agotándose la iniciativa de la oligarquía
conservadora, la cual se está auto-infringiendo una derrota por su
propio anquilosamiento político.
Las negociaciones en San José de Costa Rica:
de espalda al pueblo y contra éste
Aunque desde el comienzo era evidente que los golpistas no podrían
aferrarse al poder por un período prolongado, los primeros signos de
que los Golpistas comenzarían a jugar la carta de la “negociación” se
dieron el 7 de Julio, mediante declaraciones de la Secretaria de Estado
norteamericana Hillary Clinton y del presidente de Costa Rica, Óscar
Arias. También en esa ocasión la Corte Suprema comenzó a barajar la
posibilidad de una “amnistía” política a Zelaya, de la cual no se hizo
cargo y desplazó esta responsabilidad al Legislativo[2].
Los EEUU han favorecido el modelo haitiano de negociación pues con él
pueden controlar un proceso político que no es de su agrado, a la vez
que evitan la prolongación de una situación que podría escapar al
control de sus aliados en Honduras. Este interés fue expresado de
manera particularmente clara por una editorial del periódico Los Angeles Times que planteó:
“Zelaya debiera renunciar a su propuesta de referéndum que interfiere
con la Constitución y a su idea de extender el período presidencial, a
cambio de que Micheletti renuncie a la presidencia. Al parecer, ambos
bandos necesitarán de una amnistía. Si ese es el costo de una solución
negociada, pues que así sea. Pero el fracaso de volver al orden
constitucional enviaría al resto de América Latina la señal de que,
nuevamente, los problemas políticos pueden resolverse mediante el viejo
recurso al Golpe. Y para Honduras, esto significaría un conflicto
social prolongado, la erosión de la legitimidad de las instituciones de
gobierno y, muy probablemente, el surgimiento de demandas para una
asamblea constituyente, que es lo que la elite precisamente trató de
prevenir con este Golpe”[3].
La responsabilidad de mediar entre las partes y de plantear una
“salida” negociada a la crisis, la cual fuera aceptable para la
“comunidad internacional” (ie. EEUU) y que, por consiguiente, diera la
iniciativa política a los golpistas, que sacara del escenario a los
hondureños “de abajo” y descartara la posibilidad de cambios políticos
o sociales, fue entregada a Óscar Arias, quien ya tenía sobrada
experiencia, con los procesos de paz centroamericanos, en servir a la
política hemisférica de los “halcones” norteamericanos en la región[4].
Una de las bases de esta negociación fue considerar a ambas partes como
“equivalentes” obviando las flagrantes violaciones a los derechos
humanos cometidas durante la dictadura de Goriletti, así como el hecho
“trivial” de que el dictador ha sido impuesto mediante un Golpe de
Estado.
La primera ronda de negociaciones, celebrada apenas unos días después
de estas declaraciones, el 10 de Julio, terminó con escasos resultados
concretos, pero permitió corroborar el interés de Arias y de los EEUU
en una solución que atara de manos al sector liberal de Zelaya y que
resultara favorable para los golpistas, quienes enfrentan condiciones
adversas a todo nivel. Un dirigente popular hondureño decía al
respecto, al cierre de las negociaciones, que lo único que se veía
claro era el interés de maniobrar para mantener a los Gorilas en el
poder, mientras se desgastaba al movimiento popular[5]. Por otro lado,
se constató que el pueblo se ha convertido en un actor de peso y que no
puede ser ignorado en las negociaciones: su presencia en San José,
mediante las organizaciones agrupadas en el Frente de Resistencia
Popular, sin lugar a dudas, se convirtió en un importante factor de
presión[6].
Negociando a la medida de los golpistas
Pero, ¿Cuáles son concretamente los temas que estaban sobre la mesa de
negociaciones y que son los temas que realmente importan a la
oligarquía hondureña? Podemos decir que el Plan de 7 puntos de Arias
puede reducirse a lo siguiente:
- La restauración de Zelaya y la instauración de un gobierno de
unidad nacional, que garantice el futuro político de los sectores
golpistas y que constituya una camisa de fuerza a cualquier intento
reformista;
- La amnistía a los crímenes políticos cometidos “antes y
después” del Golpe –con esta medida se pretende equiparar las acciones
imaginarias de Zelaya de “traición a la patria” con los asesinatos y
actos de represión practicados por los Gorilas;
- Que Zelaya renuncie a la pretensión de reformar la Constitución;
- Garantizar la permanencia del Ejército en la arena política,
como un cuarto poder, garantizando así las bases del Estado de
Contra-Insurgencia sacralizadas mediante la Constitución de 1982 –Esta
permanencia estaría ejemplificada por el control que se les concedería
del Tribunal Supremo Electoral de cara a las próximas elecciones[7].
Es importante señalar para evitar ilusiones en las negociaciones en
manos del reformismo que, aún cuando estas propuestas son inaceptables, fueron íntegramente aceptadas por la comisión negociadora de Zelaya;
es por ello, y no por un celo ideológico caprichoso, que sostenemos que
solamente la presión popular puede garantizar una salida que favorezca
los intereses de los de abajo. Todo era negociable para el equipo de Zelaya, menos su retorno al poder.
Las organizaciones populares agrupadas en torno al Frente de
Resistencia, con mucho mejor olfato, plantearon su posición de rechazo
a la propuesta de Arias (salvo en el punto de la restauración de
Zelaya, punto en el que no ceden pero al cual no se limitan) aduciendo
que con esta propuesta se garantizaría la impunidad, se premiaría a los
golpistas dándoles un rol político inmerecido, se facilitaría un fraude
electoral con el ejército fiscalizando el Tribunal Supremo Electoral y
se impedía al pueblo construir procesos propios de participación y
reforma social (revisión del rol del ejército, asamblea constituyente,
etc.).[8]
El mal cálculo de los Gorilas rompe las negociaciones hechas a “su medida”
Pero aún cuando la comisión de Zelaya aceptó íntegramente el plan de
Arias, esta ronda de negociaciones fracasó debido, más bien, a un nuevo
mal cálculo del gobierno golpista[9], que dio nuevamente pruebas de su
absoluta incapacidad para aceptar cualquier clase de concesión:
- Siguen rechazando la restitución de Zelaya, aunque aceptan la
idea de un gobierno de unidad nacional y de elecciones anticipadas;
- Se oponen a la amnistía, pensando que de esta manera pueden
entrampar a Zelaya en una actitud defensiva ante cargos de “traición a
la patria”;
- Buscan limitar el rol de la comunidad internacional,
particularmente de la OEA, en cualquier instancia investigadora que
pudiera surgir en torno a los sucesos que llevaron al Golpe;
- Buscan ampliar el período en que las Fuerzas Armadas encabezarían el Tribunal Supremo Electoral[10];
La posición del equipo negociador de los golpistas respecto al punto del retorno de Zelaya al poder (condición sine qua non para resolver la crisis según la OEA y la mayoría de los países del
continente, de la UE y de la ONU), los llevó a una situación en que se
entramparon aún cuando todo podía marchar a su favor. Pensaban, tal
vez, que oponiéndose en las primeras fases de la negociación a la
reinstalación de Zelaya tendrían una última carta que ceder para evitar
tener que hacer concesiones en cualquiera de los otros objetivos
políticos que persiguen: frenar procesos constituyentes que puedan
alterar aunque más no sea mínimamente el status quo, frenar
procesos políticos que puedan amenazar el marco institucional
hondureño, garantizar su permanencia como árbitros “supremos” en la
política hondureña y que su aventura militar quede en la impunidad.
Pero fue precisamente por la inflexibilidad de los Gorilas en este
punto que, unas negociaciones que hubieran podido resultar
extremadamente favorables para ellos, fracasaron. Zelaya no aceptaría
nada menos que su restitución como presidente: las propuestas de los
golpistas en relación a la elección de un “tercer actor” (mediante
elecciones anticipadas u otros mecanismos) que asumiera la
presidencia[11], eran de antemano las únicas propuestas que serían
rechazadas por el equipo de Zelaya[12].
Por la incapacidad de ceder en este punto, el único punto en el que
realmente encontrarían oposición, los Gorilas abortaron la negociación:
la segunda y última ronda de negociaciones se realizó en San José los
días 18 y 19 de Julio. Esta ronda estaba de antemano condenada al
fracaso y Zelaya para entonces ya había lanzado durante la semana más
de un ultimátum a los Gorilas[13], diciendo que de no aceptarse su
retorno al poder, daría por fracasadas las negociaciones y comenzaría
los preparativos para su retorno, a la vez que defendía el derecho del
pueblo a la insurrección[14].
“El Pueblo tiene derecho a la Insurrección”
Sin lugar a dudas los golpistas pensaron que tendrían más margen y más
tiempo para negociar. Pero la presión popular en Honduras se convirtió
en lo que en última instancia definió los plazos. Zelaya, aún cuando en
las negociaciones estaba dispuesto a hacer concesiones inaceptables
para su propia base social de apoyo, debe ceder ante la presión
popular, pues habiéndose puesto al margen de los partidos
tradicionales, depende exclusivamente de esta base para mantenerse en
el poder[15].
Fracasadas las negociaciones, el único camino que queda abierto al
pueblo es el de la confrontación directa a la dictadura. Es así como el
20 de Julio, Zelaya da por fracasadas las negociaciones y anuncia su
retorno[16]. Pero ya el 15 de Julio, el liberal Zelaya prevé el fracaso
de la negociación y defiende el derecho popular a la insurrección en un
lenguaje que hubiera sido impensable hace algunas semanas: "No
dejen las calles, que es el único espacio que no nos han quitado, el
pueblo tiene derecho a la insurrección, la huelga, las tomas, la
manifestación (…) La insurrección es un proceso legítimo que forma
parte de los conceptos más elevados del sentido de la democracia"[17].
Las palabras de Zelaya tuvieron una repercusión inmediata:
- El Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, expresó que de no haber un acuerdo en lo relativo al retorno de Zelaya a su cargo, “lo demás” (es decir, proseguir las negociaciones) carecería de sentido[18]. En
una entrevista posterior se expresó de manera aún más clara: "Yo no
creo que sea un buen camino el de la insurrección y el de la
confrontación, pero creo que no lo vamos a evitar si no hay de parte
del Gobierno de facto alguna flexibilidad (…) Eso va a ser un asunto
complicado y yo espero que lo podamos evitar, pero la verdad es casi
imposible evitarlo o hacer llamados a la calma cuando la dictadura
pretende a vista y paciencia de toda la gente quedarse en el poder"[19];
- Arias, por su parte, se limitó a llamar a la paciencia,
a la vez que condenaba las posibilidades de confrontación directa a la
dictadura, defendiendo así la línea norteamericana de la salida
negociada a la medida de los Gorilas: "¿cuál es la alternativa al
diálogo? Es decir, el diálogo es el instrumento adecuado y la manera
civilizada de dirimir conflictos. El uso de la fuerza militar al cual
se acude con mucha frecuencia sin agotar el diálogo tiene que ser el
último, último recurso"[20];
- Goriletti inmediatamente debió acudir a medidas de
carácter represivo, imponiendo el toque de queda después de un par de
días de haberlo levantado y militarizando aquellas regiones del país en
la costa Caribe y en la frontera con Nicaragua. En el plano
diplomático, se vio forzado a anunciar su disposición a “renunciar” si
eso garantizaba la “paz y la tranquilidad” de Honduras. Su renuncia
estaría condicionada, en cualquier caso, a que Zelaya no “volviera” al
poder[21]. Este anuncio evidencia el nivel de desesperación de los
Golpistas que no saben cómo salir dignamente de esta crisis;
- La presión internacional se ha incrementado para evitar
, con el congelamiento de créditos y ayuda financiera de los EEUU (que
cancelaron también ayuda militar), la UE[22], el BID y el Banco
Mundial[23], con lo cual aumenta el aislamiento internacional de los
Gorilas[24]. Incluso, sectores de la clase dominante de los EEUU han
llegado a pedir a Obama sanciones para los individuos detrás del Golpe,
cancelándoles las visas y congelando sus cuentas bancarias, así como
retirar a su embajador, lo cual constituiría un auténtico golpe de
gracia para la oligarquía Gorila[25].
Como era de esperarse, estas declaraciones hacen que la “comunidad
internacional” ansiosa de que esta crisis no se agrave y pueda
desembocar en un proceso de confrontación abierta más allá del marco
impuesto por el “estado de derecho”, tratarán de buscar los medios para
que el Gorilismo ceda y renuncie a esta aventura golpista. Por su
parte, no sería extraño que aún cuando el régimen intente mostrar una
imagen monolítica, el giro de los eventos haga que la pandilla de
Goriletti se quede cada vez más sola y que las fracturas en el seno de
la oligarquía hondureña comiencen a aflorar. Como sea, está claro que
la dictadura pareciera tener sus días contados.
Crece la resistencia y amenaza el espectro de la represión
Dentro de Honduras, las movilizaciones siguen creciendo de manera
infatigable, pese a la represión que ya se ha cobrado un número
incierto de muertos, torturados y miles de presos políticos. El 17 de
Julio, en vísperas de las fracasadas negociaciones de San José, el país
era paralizado mediante tomas de carreteras en Tegucigalpa, San Pedro
Sula, Santa Rosa de Copán, Olancho, tomas universitarias, paros de la
salud y de los profesores[26]. Mientras Zelaya se dispone a volver a
Honduras para este fin de semana[27], las organizaciones sindicales y
del Frente de Resistencia han llamado a una Huelga General desde mañana
24 de Julio, con lo cual esperan paralizar el país. Este será un
momento clave para medir la fuerza que puede tener el pueblo para dar
el empujón que tumbe a la dictadura.
Para contrarrestar a los miles de manifestantes que se oponen a la
dictadura, la oligarquía la patronal ha organizado
contra-manifestaciones de respaldo a Goriletti, las cuales aparte de un
puñado de leales, deben ser infladas con acarreados (sean gente forzada
por sus patrones a marchar o gente a la cual se le han pagado entre
300-400 lempiras por asistir -15 a 20 dólares[28]). La diferencia se
nota los fines de semana: mientras miles son los que protestan contra
la dictadura, los pro-golpistas no logran, ni siquiera con el respaldo
de todas las organizaciones religiosas, juntar a más que un centenar de
personas[29]. Aunque la prensa internacional de derecha pretenda
mostrar una situación de “empate” como una manera de hacer ambiente
para la “solución negociada” (favorablemente a los golpistas), lo
cierto es que cualquier manifestación de respaldo a los golpistas
palidece en comparación con los miles de manifestantes que contra
viento y marea se han movilizado todas estas semanas desafiando la
represión de los Gorilas.
Pero el dictador no se ha limitado a la respuesta civilista y ha
militarizado también las regiones caribeñas y fronterizas de Colón,
Gracias a Dios y Olancho. A juzgar por el asesor presidencial que ha
escogido Goriletti, un tal Billy Joya, ex-jefe del grupo paramilitar
“Batallón 3-16” implicado en numerosas violaciones y crímenes durante
la década de los ‘80s[30], es de esperar que el pie de fuerza se
incremente bastante en los próximos días. Y mientras la represión
arrecie es perfectamente comprensible que el pueblo prepare su defensa
y su respuesta también en un pie de fuerza. Los
pueblos latinoamericanos debemos defender el derecho a la resistencia,
el cual debe ser reclamado sin necesidad de pedir “permiso” a nuestros
“tutores” políticos. No seremos nosotros quienes demos “lecciones”
al pueblo de Honduras sobre qué métodos le corresponden para resistir y
luchar: y no seremos nosotros quienes condenen las expresiones de
resistencia de fuerza del pueblo. Honduras ha demostrado el error de
aquellos que, desde posiciones reformistas, se apresuraron a decretar
la muerte prematura de los métodos revolucionarios siguiendo las “modas
de izquierda” de este siglo.
El Pueblo debe tomarse la palabra
Es demasiado lo que está en juego en Honduras: el Golpe de Goriletti
inmediatamente produjo una sonajera de sables en Guatemala y si el
Golpe se consolida, es probable que la oligarquía arcaica de todo el
continente, la que se nutrió a la sombra de regímenes dictatoriales,
intente resucitar la era de los Gorilas, al menos, para frenar al
movimiento por cambios sociales que, con mayor o menor grado de
radicalidad, crece en el continente. Dicen los hermanos haitianos,
quienes hoy también padecen el oprobio de un régimen sustentado en la
fuerza militar (de ocupación en su caso) que ahí donde se despluma a un
pollo, el pavo no se ríe. Esta crisis es una advertencia para todos. De
igual manera queda claro que hubo sectores norteamericanos implicados
en este Golpe: es sabido que el embajador yanqui en Tegucigalpa, Hugo
Llorens, estuvo al tanto y participó de algunas reuniones para
maniobrar una salida de Zelaya, a las buenas o a las malas[31]. La
derrota a los Gorilas es también una importante derrota política a una
tradición de más de medio siglo de intervencionismo imperialista de los
EEUU en Latinoamérica.
Por otra parte, como hemos sostenido, una victoria del pueblo en las
calles, mediante su movilización, su lucha y su organización,
independientemente de que no cuestione por ahora la esencia del régimen
capitalista en el cual vivimos, significará un cambio favorable al
pueblo en la correlación de fuerzas en la lucha de clases. Si de esta
crisis sale el pueblo como el actor político de peso que les tuerza el
brazo a los Gorilas, nada volverá a ser igual en Honduras. Luchando el
pueblo aprende, y luchando el pueblo descubre sus capacidades. Un
pueblo conciente de sus capacidades es muy difícil que acepte ser
humillado y sabrá abrirse camino hacia la conquista de su destino y la
construcción de una nueva sociedad. Esto la burguesía liberal lo
entiende y para evitar este escenario, tratarán, sin lugar a dudas, de
llegar a acuerdos de último minuto para arrebatar la victoria al pueblo
y confiscarla en mesas de negociaciones[32].
El Golpismo, muy a su pesar, ha radicalizado mucho más al pueblo de lo
que Zelaya jamás hubiera sido capaz. El proyecto reformista de Zelaya
jamás hubiera puesto en entredicho la naturaleza del sistema, como él
mismo dijo recientemente en una entrevista, refiriéndose al temor
atávico de la oligarquía hondureña al cambio: “Es
un temor infundado, porque nadie está atentando contra ellos; sin
embargo, ellos creen que el desarrollo democrático les afecta y no
aceptan la democracia”[33]. Al dejarse impulsar por ese temor, han
abierto las puertas a una crisis política que ha servido de escuela a
todo un continente. Y el pueblo de Honduras debe atreverse a cruzar esa
puerta y tomarse la palabra[34]. Si lo hace, ellos, junto a todo un
continente, habrán dado un paso adelante en sus luchas y habrán abierto
nuevas perspectivas para el cambio social, ampliando el margen de lo
que creemos es humanamente “posible”...
José Antonio Gutiérrez D.
23 de Julio del 2009
[1] Ver “Golpe de Estado en Honduras, ¿el regreso de los Gorilas o la táctica del desgaste?” http://www.anarkismo.net/article/13596 y “Honduras: negociando la “crisis” de espaldas al pueblo” http://www.anarkismo.net/article/13683
[2] Ver http://www.anarkismo.net/article/13683
[3] Ver http://www.latimes.com/news/opinion/editorials/la-ed-ho...story
[4] Ver http://porhonduraslibre.blogspot.com/2009/07/las-ovejas....html
[5] Ver http://es.noticias.yahoo.com/11/20090711/twl-amc-gen-ho....html
[6] Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88536
[7] Ver http://mx.news.yahoo.com/s/ap/090719/latinoamerica/amc_...uesta
[8] Ver http://porhonduraslibre.blogspot.com/2009/07/carta-abie....html
[9] Ver http://www.primerahora.com/diario/noticia/mundo/noticia...17249
[10] Ver http://mx.news.yahoo.com/s/ap/090719/latinoamerica/amc_...uesta
[11] Ver http://es.noticias.yahoo.com/11/20090711/twl-amc-gen-ho....html El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, afirmó que una de
las posibilidades que se barajaban antes de las negociaciones era
convocar a elecciones anticipadas, con lo cual los Gorilas pensaron que
tal vez su propuesta encontraría un eco en la comunidad internacional,
cosa que no ocurrió http://www.el-universal.com.mx/notas/611245.html
[12] Ver http://www.lavozarizona.com/spanish/latin-america/artic....html
[13] Ver http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/53992-...onal/
[14] Ver http://www.aeronoticias.com.pe/noticiero/index.php?opti...id=54
[15] Este no es un fenómeno político que se viva solamente en Honduras:
en gran parte de América Latina se vive una crisis de los sistemas de
representación política tradicional, lo que lleva a que, por una parte,
el movimiento popular busque a tientas elementos de la democracia
participativa en sus luchas, mientras que por otro lado, se consoliden
liderazgos caudillistas en torno a figuras políticas carismáticas que
dependen de una base social de apoyo no alineada con los partidos
tradicionales y que reclama reformas sociales –este proceso ha llevado
a regímenes populistas en Ecuador, Venezuela, Bolivia, Paraguay, etc.
[16] Ver http://espanol.news.yahoo.com/s/reuters/090720/latinoam...ter=1
[17] Ver http://www.lavozarizona.com/spanish/latin-america/artic....html
[18] Ver http://espanol.news.yahoo.com/s/reuters/090720/latinoam...ter=1
[19] Ver http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/07/20/sube-tens...acion
[20] Ver http://www.aeronoticias.com.pe/noticiero/index.php?opti...id=54
[21] Ver http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/090716/latinoamerica...dente
[22] Ver http://www.latribuna.hn/web2.0/?p=19761
[23] Ver http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/07/20/sube-tens...acion
[24] Ver http://espanol.news.yahoo.com/s/reuters/090720/latinoam...s_149
[25] Ver http://www.latimes.com/news/opinion/editorials/la-ed-ho...story
[26] Ver http://www.rel-uita.org/internacional/honduras/se_paral...s.htm
[27] Ver http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/090723/latinoamerica...duras
[28] Ver http://www.lahaine.org/index.php?p=39188
[29] Ver http://www.jornada.unam.mx/2009/07/12/index.php?section...n1mun
[30] Ver http://www.anarkismo.net/article/13720
[31] Ver http://www.nytimes.com/2009/06/30/world/americas/30hond...?_r=1 Sobre las contradicciones en el seno del Estado norteamericano respecto a Honduras, ver también http://www.guardian.co.uk/commentisfree/cifamerica/2009...inton
[32] Ver http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/090723/latinoamerica...s_oea
[33] Ver http://www.rel-uita.org/internacional/honduras/con_manu...a.htm
[34] Aún cuando la siguiente carta está escrita desde una perspectiva
diferente a la nuestra, en ella se deja entrever una maduración de la
vision del movimiento al calor de la misma lucha, donde el objetivo
político se ha instalado más allá de una visión puramente caudillista: “Porque
muchas aquí no estamos simplemente por Mel (ed. Zelaya), y ustedes
dirigentes del Frente lo saben e incluso lo comparten; estamos aquí
para lograr nuevos espacios políticos de participación y necesitamos
que sobre esto se aclaren las alianzas con Manuel Zelaya y se logren
los acuerdos mínimos políticos que nos den nuevas fuerzas, nuevos
alientos y nuevas actitudes ante la lucha. Necesitamos rumbo y
consolidar una dirección compartida de este movimiento para que al
final no se quede nada más que en el regreso de Mel al gobierno.” http://www.mercosurnoticias.com/index.php?option=com_co...id=30
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