Diálogo con Hunberto Vargas, sobre su atenta respuesta a artículos sobre unidad movimiento social.
Compañero Humberto:
Un caluroso y fraterno saludo.
Muy interesante su rápida y atenta respuesta, creo como usted, que no hay que facilitarle las cosas al enemigo_ sobre todo a este siniestro y vil enemigo que estamos enfrentando_ también como lo plantea, al enemigo hay que conocerlo, estudiarlo y saber lo que pretende en lo estratégico y en lo táctico.
El asunto central es como construir la unidad sin tapujos, sin subjetivismo, sin juicios de valor y sin prejuicios. Tal convergencia; determinante en la etapa actual de la lucha, debe articularse desde la izquierda (sin obviar los esfuerzos que se hagan; en ese sentido, en otros sectores o ámbitos del movimiento social). Pero en la izquierda también tenemos que superar muchas dificultades y vicios que se arrastran del pasado, para responder con las medidas y las decisiones políticas que nos impone la realidad.
Pareciera en términos generales que la cuestión no es teórica, no obstante, para resolver los problemas prácticos, que emergen en el movimiento popular y revolucionario; especialmente en la actual coyuntura de álgida lucha antiimperialista, y en particular en la campaña para la derrota total y definitiva del ·tlc· y los infames programas neoliberales, es necesario poner sobre la mesa los obstáculos para avanzar. Es decir, los factores ideológicos y programáticos, que nos impiden avanzar en la construcción de las fuerzas, su reagrupamiento, organización y sólida unión, para marchar a las acciones, a la movilización y a la protesta social transformadora, debemos debatirlos, en un concienzudo intercambio de opiniones, para sacar a flote las soluciones efectivas y aplicables para el movimiento.
De nuevo afirmo, estos criterios pueden entenderse como verdades conocidas; y de sobra. Sin embargo, en el terreno no se observa una actuación consecuente con esa verdad. En este último aspecto podemos hacer tabla rasa, de todos los partidos y agrupaciones de izquierda. Sin olvidar que existen aportes que se están haciendo, en el intento por alumbrar el camino y propiciar una polémica urgente y de calidad, que nos permita salir del fango que nos tiene atascados. Por supuesto, que visualizar las cosas de esta manera, no es servirle un banquete al enemigo.
Nadie pretende promover la división; ni buscar vanos intereses de protagonismo, hegemonismo, ni ambiciones de ningún tipo, cuando se quiere propiciar una urgente discusión política e ideológica, si se tiene en el horizonte la organización del pueblo y la preparación de las batallas decisivas por la soberanía y la emancipación; más trascendentales, en los últimos 150 años de historia costarricense y centroamericana.
Exhorto de nuevo a que aunemos voluntades y capacidades; para elevando nuestra labor a nuevos planos, nos aboquemos con más tesón, a caminar conjuntando nuestro sustantivo acervo, y de esa forma encontrar las vías de solución, los acuerdos, las ideas y las puntualizaciones, en todos los ordenes. Tanto en el método, en la forma y en el contenido de nuestra actividad, y así perfilar nuestro trabajo en la construcción, liderazgo y dirección del movimiento popular en todos sus niveles y alcances.
En todo caso, es necesario pasar de inmediato a encontrarnos en los espacios adecuados, para profundizar; ciertamente, este proceso de intercambio, de elaboración y de aporte efectivo, franco, diáfano, humilde, disciplinado, esperanzador, valiente y orientador.
Estamos seguros de que tenemos las agallas, las fibras, la integridad, el carácter y el compromiso revolucionario para encontrar el camino justo, ante los actuales desafíos históricos.
Con el aprecio de siempre.
Desde la primera línea de lucha-hasta la victoria definitiva.
Oscar Barrantes R.
Asamblea del Pueblo
Comité Cívico de Occidente
San Ramón-Costa Rica, agosto 11 de 2006
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