Los
descubrimientos del TLC
Tal parece que después de la compra votos, el chantaje
a los alcaldes, las amenazas contra trabajadores humildes
y la siembra generalizada de cizaña del 7 de octubre,
los que están dispuestos a hacer cualquier cosa para
imponer el TLC, han dejado de cuidar lo que dicen. Al punto
de que ya no pareciera preocuparles que salgan a la luz muchas
de las mentiras que le dijeron a la gente durante el referéndum.
Puede ser porque creen que tienen un cheque en blanco para
hacer lo que les de la gana en la Asamblea Legislativa y que
la Sala IV les va a aceptar cualquier barbaridad que cometan.
De lo contrario, sería imposible explicarse declaraciones
como las que el Ministro de Comercio Exterior, Marco Vinicio
Ruiz, dio el día de ayer a la franquicia oficial de
la manipulación informativa en Costa Rica.
Según el jefe del equipo que negoció el TLC,
un nuevo proyecto de ley se ha sumado al ya voluminoso paquete
de reformas a las leyes nacionales que dicho Tratado impone
a nuestro país (cc. "agenda de implementación")
Se trata de una reforma a varios artículos de la Ley
de Derechos de Autor y Derechos Conexos.
De acuerdo con Ruiz, este "nuevo" proyecto de ley:
"surgió a última hora tras descubrir que
la legislación nacional en esa materia no se ajusta
a los requisitos del TLC. Específicamente no era congruente
con los artículos 15.5, 15.6 y 15.7." (20 de noviembre
de 2007, página 5A)
¡Así sin más! La agenda de implementación
empezó a crecer, a reproducirse. De pronto "surgen"
proyectos nuevos. Eso sí... después del 7 de
octubre... Proyectos nuevos sobre los que el pueblo no tenía
idea...
Como ya están colapsados los niveles de tolerancia
ante tanto descaro, mejor hagamos de ingenuos y concedamos
que se trata de un verdadero "descubrimiento".
Según el diccionario, "descubir" significa
"venir en conocimiento de una cosa que se ignoraba".
Que un ciudadano cualquiera descubra que el mamotreto de
3000 páginas del TLC decía esto o aquello, la
verdad, no tiene nada de raro. De hecho es común encontrarse
con gente que descubre que el Tratado le afectaba, nuevas
trampas, frases confusas por aquí, notas al pie de
página, redacciones engañosas por allá,
cartas ocultas.
Pero que el máximo jerarca de quienes lo negociaron
salga diciendo que "descubrió" que el Tratado
afecta las leyes de Costa Rica... ¡Dios mío!
Es que ni vergüenza les da...
¿Cómo es qué los expertos que representaron
al pueblo costarricense en la negociación de un tratado
capaz de marcar el destino del país para las próximas
décadas no sabían cuales leyes nacionales van
a ser afectadas y cuales no? ¿Y cómo es que
casi cuatro años después de haber cerrado las
negociaciones y tres de haber firmado el texto recién
vienen a descubrirlo?
De verdad que las declaraciones de Ruiz son desconcertantes.
Y es que ante un "descubrimiento" de semejante envergadura
hay dos posibilidades:
a) Quienes negociaron el TLC no sabían que dicho
tratado nos iba a obligar a modificar la legislación
mencionada. Esto es equivalente a reconocer que no tenían
ni idea de lo que estaban firmando. Negociaron a ciegas.
Les pusieron un texto enfrente y ni siquiera lo leyeron.
Entenderlo ni hablar.
b) Quienes negociaron sí leyeron el texto y creyeron
entenderlo pero ahora están descubriendo que una
cosa es lo que dice el texto y otra cosa lo que los gringos
quieren que diga. Firmaron un texto creyendo que no afectaba
la legislación mencionada pero ahora los representantes
del Gobierno de EEUU les dicen que, de acuerdo a su lectura,
esta legislación sí tiene que reformarse.
Es decir, ya empezó el proceso de "certificación".
O una sumatoria de a y b. O mejor dejamos de hacernos los
ingenuos...
En cualquier caso, siempre pierden la transparencia, la institucionalidad
y, por supuesto, el pueblo de Costa Rica que siempre es el
último en enterarse de los derechos que pierde...
Eso sí, este episodio es una oportunidad más
para entender como fue la imposición, digo negociación,
de este Tratado, el papel que jugaron y juegan los llamados
a representarnos y lo que nos espera con esa ingrata "certificación",
donde los países terminan obligándose a hacer
todo lo que por arrebato de dignidad o gracia del destino
no regalaron en la mesa de negociación.
Lo más inquietante es pensar: ¿Qué nuevos
"descubrimientos" vendrán en los próximos
días?
José María Villalta Floréz-Estrada
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