Pasos para organizar una Asamblea Popular
Pasos para organizar una Asamblea Popular
 

CONSTRUIR EL PROYECTO POLÍTICO REVOLUCIONARIO QUE LOS TIEMPOS EXIGEN

Referirse a ese tema de forma imperativa pareciera una expresión muy petulante, sin embargo, tal se reviste de validez si enfocamos   algunos factores indispensables en la argumentación. Después de un período histórico reciente caracterizado por una etapa de convulsión revolucionaria en Centroamérica, de un flujo general de los movimientos sociales en América Latina incluido el Caribe, y el impulso que tuvo la lucha de liberación nacional, anticolonial y antiimperialista en los continentes del denominado tercer mundo con énfasis  en las décadas de 1960 y 1970; por un lado. En consideración del viraje contrarrevolucionario que se vino a dar a partir de la ofensiva de la ultraderecha, iniciada en la primera mitad de la década de 1980; encabezada por el tridente  conservador-reaccionario integrado por Ronald Reagan, Margaret Thacher y  el Papa Juan Pablo II,  y  amarrada  a la estrategia de  mundialización lanzada por la corporatocracia multinacional; por otro.. Véanse también  los correlativos golpes  propinados   a  las fuerzas de avanzada  a nivel planetario, como el hundimiento y declive de las experiencias del llamado “Socialismo Real” en Europa oriental, la derrota de la Revolución de Granada y la neutralización de la Revolución Popular Sandinista; para sólo mencionar algunos.

Tampoco se pueden dejar de mencionar los lineamientos  orientados a la ruptura de las concepciones y modelos de los intitulados “capitalismo popular”, los “neo-populismos” socialdemócratas o socialcristianos, o simplemente las políticas laboristas, benefactoras, paternalistas o empresariales de estado, con lo cual se precipitó la aplicación de una recalcitrante doctrina neoliberal dirigida a retomar la visón económica liberal clásica , donde el estado adquiere las funciones ortodoxas de regulador, vigilante, contralor  de los mecanismos desenfrenados del mercado,  y extrema su papel determinante como factor de contención, coerción   y opresión del descontento, la movilización, la protesta social y la subversión política, en un mundo donde todo entre cielo y tierra se convierte en negocio. Se hace prevalecer un orden donde  el patrimonio público, natural, institucional o social tiene que venderse, entregarse en concesión o privatizarse.

La ganancia, la acumulación, la centralización y la concentración de capital se instaura como  el único paradigma válido  y los derechos humanos más elementales, díganse sociales, laborales, civiles, políticos, de la niñez, de género, ambientales; en resumen, el derecho universal e inalienable de la población a disfrutar de la riqueza creada por la sociedad,  a vivir decentemente y con dignidad_ independientemente de la latitud planetaria donde se encuentre_ se escamotean, se violentan y se destruyen miserablemente.. Los contornos jurídicos del comercio delirante y desbocado legitiman y posibilitan todas las componendas, maniobras o contubernios, para que las jaurías  de mercaderes de todas las categorías y sellos desencadenen sus operaciones sin el menor escrúpulo. Es dar licencia a los intereses  más avarientos para que  puedan degradar la biodiversidad, depredar los recursos naturales  y avasallar la vida humana. Están  descendiendo  a las últimos abismos   del genocidio más infernal. Escalan a  insospechadas cúspides   de la arrogancia, la voracidad, la demencia de las ambiciones  del poder. Es el  imperialismo global  que desentierra las garras más perversas del fascismo, acantonado en esta ocasión en la Casa Blanca y que ha llevado a los monstruos de Washington; y a sus peleles  de toda calaña, a desatar las atrocidades mas ominosas que los coloca hoy al borde del precipicio.

Entre tanto como el ave fénix en algunos casos, viniendo desde la resistencia inclaudicable en otros, o con la articulación de nuevas iniciativas de lucha y movimientos rebeldes, insurgimos de nuevo los revolucionarios combatiendo el imperialismo, la explotación, la discriminación y la exclusión, en los más diversos puntos de la tierra. Como una marejada, inconmensurable, potente e incontenible despeja en la aurora de la humanidad  el movimiento popular y emancipador, las luces de la revolución surgen incandescentes por doquier en América y el mundo. El marxismo como cuerpo de categorías y conceptos para el análisis crítico de la realidad socio-económica y política, asciende con más fuerza y diáfano que nunca en un mundo preponderantemente capitalista, pero,  que se resquebraja en sus agudas contradicciones.  La Revolución Cubana lejos de haber sido reducida a escombros y aniquilada; como predijeron los “abolidores de la historia” y “profetas” del fatalismo burgués, logró mantenerse a flote en un mar tempestuoso de agresión, boicot, sabotaje, injerencia, arbitrariedad. Rodeada de las fieras mas dantescas azuzadas desde la guarida imperialista mundial y enervadas con la violencia más feroz, superó distintas situaciones adversas, triunfando en batallas decisivas y venciendo cada día al imperialismo y sus planes insensatos. En cada paso firme y lleno de amor por la humanidad  el pueblo valiente, honrado y decoroso de Cuba se yergue egregio proyectando luz de esperanza a todos los pueblos del mundo.   

A ciencia cierta, este panorama nos da señales de un salto indiscutible a una nueva etapa de auge de .lucha social de los pueblos, de los combates por la liberación nacional y hacia la construcción de una nueva sociedad, que sin lugar a duda deberá ser una sociedad socialista. Así lo dicen los últimos acontecimientos políticos en Latinoamérica, con las victorias populares en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y el desarrollo de nuevas fuerzas revolucionarias, desde el Río Bravo en el Norte  hasta la Tierra del Fuego en el Sur. Los tiempos mueven su flecha  indefectiblemente  en dirección Sur, el derrotero  de nuestros pueblos hacia su emancipación definitiva, se inclina atraído por los campos magnéticos formados por el núcleo sólido del pensamiento independentista, liberador, contestatario, rebelde, insurgente y para el cambio social. Ideas concebidas en el fragor  de las reyertas libertarias y de la pertinaz  resistencia de nuestros pueblos, durante las distintas facetas de invasión, conquista y colonialismo sufridas. Es filosofía, pedagogía y teología de la liberación, es el desarrollo de la obra marxista latinoamericana, es la adición  fructífera de sustantivos esbozos políticos, es la acumulación de experiencia estratégica, táctica y programática, amasada magistralmente, por muchas y talentosas mentes, conciencias y manos indígenas, obreras, campesinas, intelectuales, profesionales,  y forjada en el fuego de los múltiples combates revolucionarios.

Percibiendo a cabalidad el advenimiento de un teatro político signado por el flujo de las corrientes libertarias y transformadoras, y comprendiendo la necesidad de responder a los tiempos que embocan e el horizonte, un grupo de compañeros hemos emprendido una marcha con el propósito de encontrar los hilos conductores que nos permitan acercamientos, el descubrimiento de coincidencias, la ubicación de postulados, el acopio de idearios, la conformación de plataformas, la correlación de ideas, el enlace  de   intenciones.   Motiva  la energía interior esparciendo sensibilidades y conjugando voluntades que nos lleve a estructurar una propuesta de enunciados básicos, hacia la elaboración del proyecto político revolucionario costarricense que los tiempos ameritan.

En un primer momento algunos compañeros hemos compartido aspiraciones y anhelos. Esto es sólo el comienzo; y compréndase no es una sociedad secreta, ni una orden sacralizada, ni un concilio de ungidos, ni  una secta de iluminados, simplemente es un esfuerzo humilde y una actitud emprendedora de personas que; de una manera u otra,  nunca perdimos la perspectiva revolucionaria. Somos conscientes del desafío que estaríamos asumiendo, no obstante, queremos iniciar la jornada, avanzar  con pundonor, perseverancia y ardor en el espíritu y no doblarnos hasta alcanzar el objetivo. Al abrir la bitácora de viaje en su primera página haremos un diseño borrador del tramo inicial del itinerario, describiendo algunos trazos, criterios, aportes, inquietudes o sugerencias vertidas en una primera junta efectuada  en días pasados.

1. Se tienen algunas premisas insoslayables tales como: Sabemos de la subsistencia de  partidos de la Izquierda Marxista Leninista tradicional; que aunque pequeños grupos son una realidad, en el panorama político se mantienen varias agrupaciones Trotskistas, algunas antiguas otras mas nuevas, se nota un fortalecimiento y una reorganización de los grupos Anarquistas, han surgido también varios agrupamientos caracterizados de Nueva Izquierda como MAIZ, con su expresión electoral el Frente Amplio, y La Asamblea del Pueblo núcleo que ha estado en proceso de mutación   entre  frente de lucha y colectivo político. La indiscutible permanencia de una cantidad inexplorada de ex -militantes de organizaciones de izquierda, que hoy se mantienen con grados distintos de vinculación a movimientos de lucha, organizaciones sociales, a proyectos productivos, comunitarios, ecologistas, científicos, de comunicación,  educación popular, etc., promoviendo organización, movilización, y opciones alternativas de subsistencia. También se conoce de intentos  de compañeros y compañeras  buscando posibilidades o engarces que  propicien la articulación de un proyecto político de izquierda unitario, permanente, y no de carácter electoral.

2. El  Movimiento Popular se ha tornado más complejo, diverso, amplio y plural en los últimos siete años, especialmente desde la lucha contra del Combo del ICE, hacia acá. En el ámbito sindical se han dado algunas situaciones entre las que se puede destacar una redefinición  de tendencias a su interior y el fortalecimiento de la corriente clasista, mostrando posiciones más comprometidas con los intereses de la clase trabajadora, de los campesinos sin tierra, claramente antimperialista  y menos proclive a la concertación. El movimiento social también denota síntomas de endurecimiento de posiciones, particularmente en el marco de la lucha contra la estrategia de dominación imperialista, la doctrina neoliberal y el capital transnacional. Ha surgido una nueva corriente  fundada en frentes regionales de lucha y otros nucleamientos que incluye a grupos de precaristas, comités urbanos de barrio,   colectivos en comunidades rurales, organizaciones estudiantiles universitarias y de secundaria, y asambleas populares, la referida se ha   caracterizado por su beligerancia, el uso de métodos de lucha  callejeros, la movilización y la acción fuerte, combativa y directa. Se ha destacado en las peleas contra “El Combo”, contra RITEVE, de los arroceros, pescadores, en protestas comunales y en la lucha contra el “tlc” y los planes recolonizadores del imperialismo. Esta tendencia; fortalecida en los últimos meses,  ha sido identificada en textos, instancias de convergencia como la Coordinadora Nacional de  Lucha Contra el “tlc”  y en artículos, como; “ la otra Costa Rica” , “la corriente de los marginales” , “ la unidad de compañeros y compañeras  de lucha”, o simplemente “la izquierda del movimiento social”.

3. Si bien la disposición por integrar esfuerzos hacia la formación de un bloque de Izquierda que estructure el proyecto político de la revolución, no es una casualidad, ni una ocurrencia, ni un desatino  extrapolado, o una idea de generación espontánea,  ya que se han conocido  propuestas y borradores que  desde tiempos orígenes varios se han hecho circular; lo cierto es que al momento de abordar presente iniciativa, son pocas las formulaciones, las páginas  escritas, los planteamientos, las elaboraciones o los fundamentos que establezcan los andamios necesarios para edificar  una  propuesta coherente, oportuna, integradora y potable, que responda a las expectativas y las aspiraciones comunes de la gente de izquierda y  los sectores sociales interesados en la transformación profunda de la sociedad.  Dígase que hay temas que orbitan   los aspectos organizativos, las normas estatutarias,  tesis político-ideológicas, las vías del accionar político y de masas,  estrategia, táctica y formas de lucha, hasta los trazos programáticos.

4. Algunos hemos indicado la urgencia de acometer la cuestión esencial  del proyecto político revolucionario, señalando esta premisa como punto de partida crucial para identificar la comunidad de intereses, y no llamarnos a engaño sobre el rumbo de la propuesta. Esa se puede ver como una condición para entender la viabilidad de la intentona a que nos abocaríamos.

5. Se habló preliminarmente de la necesidad  de fundir conocimiento, experiencia, madurez, confianza y credibilidad para aportar, ayudar, y respaldar a la corriente de izquierda en el movimiento popular  y  a la Central General de Trabajadores. Se efectuaría apoyando con  opiniones y haciendo análisis  político, de tal manera que se desarrolle una especie de asesoría , especialmente en el contexto explosivo de la actual confrontación  social, nacional y su  polarización.

6. Se sugirió que en un primer momento se podría optar por realizar una labor para sistematizar un constante y sostenido análisis de coyuntura; por una parte y por otra, iniciar un  trabajo planificado que perfile los avances de la parte que concierne a la propuesta dirigida a articular el proyecto político. En esta última esfera de la actividad habría que actuar con una actitud realista, cuidadosa y clara en relación con las metas a obtener y las posibilidades, tanto en tiempo como en los alcances y compromisos que pretendamos asumir.

7. Uno de los puntos que desde el arranque de la discusión aflora  a la polémica  es el relacionado con el carácter del agrupamiento, en tanto el mismo se concebiría como Partido o como Movimiento político. De entrada hay que tener en la mira que algunos venimos de una militancia de  origen partidario, otros y otras tienen un nacimiento movimientista.  En todo caso se ha hecho referencia a la recientes experiencias de “refundación”, como es el caso de núcleos o militancias comunistas que han “refundado”  Partidos Comunistas, o grupos de Izquierda que han “refundado” sus Movimientos Revolucionarios. También se ha planteado la mera y llana posibilidad de crear, constituir o fundar el nuevo partido o movimiento de la revolución.

 

Oscar Barrantes Rodríguez
Miembro: Asamblea del Pueblo,
Comité Cívico de Occidente
San Ramón-Costa Rica

 

 

 

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