Por Giovanni Beluche V.
Mientras en occidente la gente se preparaba para celebrar
las fiestas del Año Nuevo 2009, las imágenes que llegaban
por la TV
mostraban el horror que está viviendo la población palestina
en la
Franja de Gaza. Este pequeño territorio, sometido durante
años al bloqueo económico y militar del régimen racista
que gobierna el Estado de Israel, soportó durante semanas
el bombardeo aéreo del cobarde ejército sionista.
Un Estado terrorista apoyado por occidente
De forma sistemática el régimen fascista de Israel ha
venido practicando el exterminio étnico contra la población
palestina, ante la complacencia de los gobiernos del
"civilizado" occidente. Son muchas las resoluciones
de la ONU incumplidas por Israel y nada pasa. ¿Dónde quedaron las bravuconadas
de los gobiernos europeos y de Estados Unidos cuando
se trata de condenar a los pueblos que luchan por su
autodeterminación?, ¿Dónde están las tropas de la
OTAN que invaden Afganistán o Irak en "defensa" de los
derechos humanos?, ¿Por qué no invaden Israel para desarmar
sus máquinas genocidas, que cada día despedazan a las
niñas y niños palestinos?
Los principales responsables de esta masacre son los gobiernos
de Estados Unidos y la Unión Europea, que han armado y sostenido
al gendarme de sus oscuros intereses en el Medio Oriente.
También son cómplices el montón de reyezuelos y emires
de la
Liga Árabe, más preocupados por comprar los nuevos modelos
de Mercedes Benz con la renta petrolera.
Al sembrar la muerte en cada cuadra de Gaza, el gobierno
de Israel está condenando a su propio pueblo a vivir
bajo la amenaza permanente de la guerra. Cuando la población
palestina, en inferioridad de condiciones, responda
legítimamente a la agresión, los primeros responsables
serán el gobierno de Israel y sus aliados occidentales.
El
origen del conflicto
Antes de 1947 el Estado de Israel no existía, en Palestina
convivían árabes, cristianos y hebreos. La
ONU creó artificialmente el Estado de Israel y los judíos,
que eran dueños del 6% de la tierra, pasaron a apoderarse
del 90% del territorio (datos del Fondo Nacional Judío).
En Palestina vivían aproximadamente 950,000 árabes palestinos,
quienes ocupaban unos 475 pueblos y grandes ciudades.
En menos de seis meses la población palestina había
sido diezmada, pasando de casi 1 millón a tan sólo 138,000
habitantes.
El Estado sionista con la complicidad de las potencias
occidentales, en pocos meses había asesinado y desalojado
por la fuerza a más de 800 mil palestinos. Bandas fascistas
y el propio ejército de Israel expulsaban a familias
enteras de sus casas. Quienes se quedaban eran sometidos
a un oprobioso régimen de apartheid. El silencio de
la ONU
seguía siendo el cómplice perfecto para el exterminio
étnico.
Los sionistas destruyeron sistemáticamente, cuadra por
cuadra, las casas y posesiones de los palestinos, condenándoles
a vivir en campamentos para refugiados en los países
vecinos. Entre 1948 y 1949 habían arrasado con unos
400 pueblos y ciudades, según datos del nada sospechoso
Israel Shanak, Presidente de la Liga Israelí de Derechos Humanos y Cívicos.
El laborioso pueblo palestino presenció como más de sus
10 mil empresas, industrias y tiendas les fueron confiscadas
y entregadas a colonos judíos. Los agricultores palestinos,
que siempre destacaron por su habilidad para cultivar
en zonas poco aptas, fueron expulsados de sus tierras
y 21,200 hectáreas de limonares y
fincas de oliva fueron expropiadas por los sionistas.
A
confesión de causa relevo de pruebas
El propio fascista judío Moshe Dayan confesó ante los
estudiantes del Instituto de Tecnología de Israel (19-marzo-1969):
"Vinimos aquí, a un país que estaba poblado por árabes,
y estamos construyendo aquí un Estado hebreo, judío.
En lugar de pueblos árabes, hemos levantado pueblos
judíos. Ni siquiera sabéis los nombres de esos pueblos,
y no os lo reprocho, porque esos libros de geografía
ya no existen. Ni los libros ni los pueblos existen
tampoco. (.) No hay un solo asentamiento que no se haya
levantado en el lugar que fue de un antiguo poblado
árabe".Los comentarios sobran.
Desde 1947 a la fecha, Israel siguió invadiendo tierras
de los países vecinos, provocando muchas y cruentas
guerras con los pueblos árabes. Ese método de arrasar,
asesinar, expulsar se sigue practicando y es una de
las causas de la gravedad del conflicto. El Estado de
Israel estimula que judíos residentes en cualquier país
del mundo, se vayan a vivir a colonias construidas en
territorios que fueron y siguen siendo arrebatados a
los palestinos.
Un
Estado racista y antidemocrático
Los "admirados" kibbutz, supuestos modelos de organización
social y productiva, son la mejor expresión de la naturaleza
racista del Estado de Israel. El militante judío por
los Derechos Humanos Israel Shanak afirma que ".
la mayor parte de los israelíes han sido concientes
desde hace tiempo del carácter racista del kibbutz,
no sólo contra los palestinos sino contra todos los
seres humanos que no sean judíos" (Israel Today:
The Other Apartheid, 1986).
Si obreros eventuales cristianos entablan relación con
mujeres judías y pretenden ser miembros del kibbutz
tienen que convertirse al judaísmo: "Los candidatos
cristianos a pertenecer a un kibbutz mediante conversión
han de prometer que en adelante escupirán cuando pasen
ante una iglesia o una cruz" (Ibid.). El 93% de
la tierra de Israel es administrado por el Fondo Nacional
Judío, bajo sus reglas "para tener derecho a vivir
en la tierra, arrendarla o trabajar en ella, tienes
que demostrar que tienes al menos tres generaciones
de ascendencia materna judía" (Ralph Schoenman,
El Conflicto Árabe - Israelí, 1991)
Por
una Palestina laica, democrática y no racista
Frente a la agresión terrorista del sionismo, los palestinos
tienen el derecho a defenderse por todos los medios,
incluida la derrota militar de Israel. Mientras ese
país postizo siga siendo un portaviones guerrerista,
no habrá paz en el Medio Oriente. Los pueblos del mundo
han salido a condenar la masacre, a exigir una Palestina
laica, democrática y no racista, donde convivan
las diferentes culturas que compartían esos territorios,
arrebatados ilegítimamente por las Naciones Unidas después
de la Segunda Guerra Mundial para crear un Estado
artificial llamado Israel.
"El 9 de abril (de 1948), bandas de terroristas (israelíes)
atacaron esa pacífica aldea, que no era un objetivo
militar, asesinaron a la mayoría de sus habitantes
-240 hombres, mujeres y niños - y dejaron a algunos
con vida para hacerlos desfilar por las calles de
Jerusalén. Invitaron a todos los corresponsales extranjeros
a ver las montañas de cadáveres y los destrozos causados
en Deir Yassin".
Albert Einstein (New York Times, 4/dic./1948)
¡Palestina vive, Palestina resiste!
Enero de 2009.
Nota
del autor:
todas las citas y datos de este artículo son de autores
judíos.