¿Podrán
China e India
aguantar el golpe?
18-03-2008
Hedelberto López Blanch
Rebelión
Los atisbos de recesión que vive la economía
estadounidense con crisis inmobiliaria, disminución
del empleo, baja del consumo, enormes déficit fiscales
y comerciales, altos precios internacionales del petróleo
y depresión del dólar inclinan a otras naciones
a pensar que China e India podrían aguantar el golpe
que sufriría la economía mundial si la crisis
se profundiza.
En conjunto China e India tienen una población aproximada
de 2 400 millones de personas lo que representa el 40% de
la población mundial y un Producto Interno Bruto conjunto
de 4 430 billones de dólares, muy por debajo de los
13 700 billones de Estados Unidos.
Además, el crecimiento la economía estadounidense
está basada en un 70& en el consumo desmedido,
no como la de China que se fundamenta mayormente en las inversiones
e India en la subcontratación de servicios a los países
industrializados.
Estos datos indican que pese a China crecer en los últimos
años a un ritmo promedio de 10% e India a 8%, sus sistemas
económicos no podrían asimilar los abultados
índices de consumo norteamericano a la par que se verían
afectados en sus exportaciones de productos y servicios hacia
el gigante del Norte de producirse una crisis.
Las exportaciones representan el 25% del PIB chino y un reciente
informe del Banco Monetario Internacional (FMI) fijaba en
una reducción de 0,5% del PIB de la nación asiática
por cada punto de disminución del aporte del consumo
interno al PIB de Estados Unidos.
El gran boom económico chino se ha afincado en la
profusión de la inversión extranjera donde numerosas
empresas transnacionales han trasladado una parte importante
de sus producciones tanto textiles, madereras, efectos electrodomésticos,
electrónicas, químicas y otras debido al bajo
costo de la mano de obra que abaratan enormemente el costo
de los productos.
Situación similar ocurrió con la India donde
existe una abundante fuerza profesional conocedora de las
tecnologías avanzadas y que ha permitido el desarrollo
de en la prestación de esos servicios, tanto dentro
como fuera de la nación.
Los analistas aseguran que luego de tres años de euforia,
las autoridades, los economistas y las organizaciones internacionales
esperan una desaceleración del crecimiento de la India
hasta 2009, a causa del alza continua de su moneda oficial
(la rupia), las tasas de interés elevadas, el alza
de las materias primas, una baja del consumo y un retraso
crónico en el sector de la infraestructura.
El primer ministro, Manmohan Singh reconoció a principios
de año que la economía india no está
"totalmente inmunizada" contra los riesgos de contagio
de la crisis de los créditos hipotecarios de riesgo
en Estados Unidos, pero el gobierno aún espera obtener
tasas de crecimiento alto.
Tanto en China como en la India, existen aun cientos de millones
de personas que subsisten con un dólar diario a pesar
de los esfuerzos que hacen sus gobiernos para sacar a la mayoría
de los ciudadanos de la pobreza lo cual resulta difícil
remediar en pocos años. Por tanto los niveles de consumo
no pueden ser abundantes.
Una recesión en Estados Unidos conllevaría
a la par un riesgo para la economía china, pues iniciaría
a corto plazo una fuerte baja de sus exportaciones, a largo
plazo, reduciría el volumen de capital extranjero que
llega constantemente a China e impulsa su desarrollo económico.
Ese es uno de los factores fundamentales por los que Beijing,
a pesar de poseer reservas por 1.3 billones de dólares
y de ese monto, 900 000 millones se encuentran en títulos
y bonos del Tesoro estadounidense, no se ha lanzado a cambiarlas
por otras divisas.
Los continuos y acelerados del déficit fiscales y
comerciales norteamericanos han afectado, entre otros aspectos
el valor del billete verde y no es descabellado pensar que
en algún momento, China decida iniciar un cambio gradual
en la composición de sus reservas.
Los efectos sería impredecible no solo para Estados
Unidos, sino para China, el resto del mundo, y sobre todo
las naciones más pobres que verían aumentar
los precios de todos los productos alimenticios y de los combustibles
al desplomarse aún más el valor del dólar.
Por el momento resulta claro y evidente que ni China ni India
podrán amortiguar el golpe demoledor que representaría
una recesión estadounidense para el mundo. Mientras
tanto el juego de ajedrez se sigue complicando por la obstinación
estadounidense de continuar su desmedido sistema de consumo
con enormes déficit comerciales y fiscales, aumento
de deuda pública y sus guerras de rapiña por
el mundo. Esperemos las próximas movidas pues el juego
esta sumamente complicado.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64780
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