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Daniel Andreas San
Diego
Daniel Andreas San Diego se ha destacado en la America's
Most Wanted como uno de los bio-terroristas más buscados
de los EEUU, se le acusa de los atentados con bombas de
2003 y el Chiron Shaklee Empresas en California. También
es acusado por colocar un dispositivo secundario para
provocar fuego y apagarse una vez que los bomberos llegaran
a la escena.
Se supone que San Diego atacó estas compañías
debido a sus lazos con un laboratorio que utiliza animales
para experimentar con curaciones para el SIDA, el cáncer
de pecho y la enfermedad de Parkinson.
Según el FBI, San Diego envió emails amenazadores
a ambas compañías bajo el pseudónimo de
“células revolucionarias”:
"Dejamos aproximadamente 10lb. bomba del nitrato
de amonio en las afueras de Shaklee inc.… Consideramos
a todos los clientes y a sus familias blancos legítimos…
Usted nunca sabrá si será casa, su coche,
esto irá aumentando. Quién sabe, ese coche
nuevo que dejas en el estacionamiento podría estar
lleno explosivos. O será quizás un tiro en
la oscuridad…
Ahora doblaremos el tamaño de cada dispositivo
que hacemos. Hoy es de 10lbs, mañana de 20…
hasta que sus instalaciones no sean nada más que
escombros."
Se supone que San Diego tenía se encuentra relacionado
con "Células revolucionarias" de PETA y
la ALF.
PETA es una organización que trabaja en la enseñanza
pública, lleva a cabo investigaciones clandestinas
y ejerce de grupo de presión ante el gobierno. También
acepta animales, incluidos los perros y gatos callejeros,
y los que entrega a PETA sus propietarios, buscando alojamiento
para algunos.
La organización ha sido criticada por su apoyo a
la acción directa llevada a cabo por activistas en
nombre del Frente de Liberación Animal - AFL y por
las acciones de algunos de sus trabajadores en relación
con el tratamiento de los animales. También ha recibido
algunas críticas por el supuesto machismo de algunas
de sus campañas, para las que en numerosas ocasiones
han posado desnudas diversas mujeres, en su mayoría
famosas. Compaña de Anarquismo contra
el Gran Jurado La Compaña de Anarquismo
contra el Gran Jurado alienta a las personas a no cooperar
con las autoridades federales que investigan una serie
de casos y de los movimientos en curso.
En el decimoséptimo piso de San Francisco, en el
Philip Burton Federal Building, un gran jurado puede o
no haber sido convocado para localizar el paradero de
Daniel Andreas San Diego, el activista de los derechos
de los animales-y principal sospechoso en los atentados
de 2003 los laboratorios Chiron Y la Shaklee Corporation.
La activista Nadia Winstead alega que los federales le
han citado y ordenaron su testimonio acerca de lo que
ella podría saber sobre San Diego. Pero por supuestas
razones políticas, la oficina del Fiscal se niega
a confirmar o negar la existencia de un gran jurado en
este y otros casos.
En la mañana del 17 de agosto, ella y alrededor de
sesenta personas se hicieron presentes en la corte para
decirle al fiscal federal que se fuera al infierno. A
las 9 horas, Winstead y sus amigos distribuyeron panfletos
para denunciar al gobierno federal. A pesar de que no
hay mucho tráfico peatonal en torno a la corte, se
alinearon frente a la entrada y ondearon pancartas que
decían "lucha contra la represión - resistimos
los grandes jurados" y "al Gran jurado de SF."
Winstead no sólo se niega a hablar con el gobierno
federal, sino que ella asegura que "el gobierno federal
está dispuesto a usar todos los trucos necesarios
para silenciar su disidencia, pero no vamos a ser silenciados."
Cuando se le preguntó qué tipo de activismo
practica, su abogado Kris Hermes intervino molestó
"Probablemente usted esté pidiendo las mismas
preguntas que haría un gran jurado". Hermes
es uno de los principales organizadores de la Compaña
de Anarquismo contra el Gran Jurado, un grupo especialista
de abogados, estudiantes de derecho, que se describen
a sí mismos como "activistas".
En los últimos años, el gobierno federal ha
convocado grandes jurados para investigar las denuncias
de bombardeos e incendios relacionados con los derechos
de los animales, medio ambiente, y manifestaciones anarquistas.
En respuesta, Hermes y sus colegas han creado una especie
de campaña en la que no sólo ofrecen asesoramiento
jurídico a los citados activistas, alentandolos a
no hablar y asumir el riesgo de ir a la cárcel por
un máximo de dieciocho meses.
Los Grandes jurados han estado en la mente de los activistas
desde el mes de mayo de 2005, cuando un agente del FBI
le dijo a un subcomité del Senado que los extremistas
del medio ambiente constituyen "una de las más
graves amenazas de terrorismo doméstico".
El año pasado, un gran jurado federal se convocó
para reabrir la investigación sobre el asesinato
de 1971 de un oficial de policía de San Francisco;
varios ex Panteras Negras fueron encarcelados por negarse
a testificar. Ahora, un gran jurado de Eugene se ha abierto
para investigar una serie de ataques incendiarios en el
Noroeste Pacífico, y el activista Jeff Hogg fue sentenciado
a cárcel por negarse a hablar. Otro caso es el de
un gran jurado en Nueva Jersey en un proceso contra siete
personas acusadas de conspiración para hostigar a
las empresas filiales de Huntingdon Life Sciences, una
empresa que utiliza animales en las pruebas de productos
farmacéuticos y cosméticos.
A principios de este año, Hermes y algunos compañeros
abogados y activistas de los movimientos de izquierda
en EEUU decidieron que necesitaban un servicio especial
para asesorar a la gente sobre la forma en que funciona
un gran jurado, cuáles son sus derechos, y lo que
pueden hacer si tienen una citación.
Este grupo de abogados aduce que ningún juez preside
estos jurados, que las pruebas de la defensa no pueden
ser presentadas, y que quienes conforman estos jurados
y actuaciones son secretas. Como resultado de ello, Hermes
reclama que las personas no entienden el proceso, que
pueden ser fácilmente intimidadas y que incluso el
fiscal va mucho más allá del ámbito de
la investigación y se enfoca en la búsqueda
de bases contra los movimientos por la defensa de los
animales. "Se trata de expediciones de
caza", dice acerca del más reciente de estos
grandes jurados. "Educamos a los activistas y el
público en general sobre estos grandes jurados y
la manera en que se está abusando de la ley para
socavar los movimientos políticos".
Pero Hermes y la Compaña de Anarquismo contra
el Gran Jurado hacen más que "desmitificar"
el Sistema jurídico. Alientan a los activistas a
que se niegan a cooperar por completo, proporcionando
apoyo emocional, manifestaciones, y campañas de cartas
de apoyo. "La gente, cuando es acusada
injustamente debe luchar", dice Pablo Marini, miembro
del proyecto.
No puede ser fácil convencer a alguien para ir a
la cárcel durante más de un año. Uno de
los principales argumentos del proyecto, para decirlo
crudamente, es que los mártires fortalecerán
el movimiento.
Lamentablemente, cuando estos grandes jurados son secretos
hace que sea imposible saber si los fiscales están
persiguiendo a violentos terroristas o intimidando a disidentes
de la izquierda de EEUU.
Tomemos el caso de Josh Wolf, un director de cine de San
Francisco con simpatías anarquistas, que recientemente
fue encarcelado por negarse a entregar las cintas de vídeo
a un gran jurado, pero el incidente que objeto de la acuzación
parece no ser el objetivo de los fiscales: Durante los
disturbios del año pasado, los fiscales establecieron
que sí se cometían daños menores a un coche
que la policía había comprado con dinero federal,
el caso en cuestión debía someterse a las leyes
federales. Estas razones se han utilizado para convocar
un gran jurado federal con la sospecha de que los fiscales
lo que realemente están buscando es mantener bajo
vigilancia a los grupos anarquistas ligados al caso.
Otros casos son mucho más graves. Daniel Andreas
San Diego es acusado por haber bombardeado dos laboratorios
y por la emisión de un comunicado en donde se atribuye
la autoría de los atentados y advirtió al CEO
de la empresa Chiron, Sean Lance: "Usted nunca sabrá
si será casa, su coche, esto irá aumentando.
Quién sabe, ese coche nuevo que dejas en el estacionamiento
podría estar lleno explosivos. O será quizás
un tiro en la oscuridad…" La Compaña
de Anarquismo contra el Gran Jurado reconoce que Nadia
Winstead ha sido citada como parte del esfuerzo por encontrar
y castigar a San Diego. Sin embargo, también afirman
que este es parte de un esfuerzo más amplio para
mantener bajo acoso al movimiento de derechos de los animales
en general.
Cuando Winstead caminaba la semana pasada hacía el
gran jurado, una docena de personas la esperaba en el
vestíbulo a sabiendas de que ella no diría una
sola palabra, y que esta podría ser la última
vez que la vería durante meses. Al final, ella quedó
libre mientras los fiscales programan una audiencia para
determinar su destino. Ella es un mártir, o un conspirador?
Gracias al sistema de los grandes jurados, lo único
que sabremos con certeza es que tarde o temprano ella
probablemente terminará como un prisionero más.
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