8 de mayo
o el descenso al último
círculo del
infierno
A propósito de la lectura de un opúsculo aparecido en una gacetilla trotskizante, y no para responderle, pues no me interesan las discusiones con quienes han hecho de la intolerancia su santo y seña. Debo aclararles que en Costa Rica sí hubo golpe de Estado, lo que ocurre es que en un “país sin ejército”, los golpes de Estado no los dan los militares, sino los abogados. No en balde hay tantas oficinas de abogados como cantinas. De tal manera que el inconstitucional golpe lo propició la institución encargada de velar por el respeto de la constitución, la Sala Constitucional, más conocida en el bajo mundo, como la sala cuarta (llamada así porque el guaro se vende tradicionalmente en cuartas), al dar luz verde a la reelección presidencial. Así fue como, el Nóbel, representante del gran capital financiero y principal salvavidas de este ruin y ruinoso sistema, realizó el golpe de Estado mediático, con la complicidad de su “competidor” principal, en las urnas (a quien casi le da un infarto el día de las “elecciones”, cuando le dijeron que había triunfado en ellas, objetivo que nunca había estado entre sus propósitos). No hay que olvidar que la aparición de la “alternativa” al “bipartidismo” (¡Qué difícil es escribir con tanta mentira en el ambiente!), o sea el PAC, no fue más que la jugada maestra para que la gente no corriera hacia la izquierda, decepcionada por el grotesco espectáculo de los expresidentes en perreras del OIJ. Había que evitar los malos pensamientos y más aún la movilización popular, que la gente llegara a manifestarse como lo hizo el pueblo argentino tras el saqueo de los corruptos, bajo la consigna de: ¡Que se vayan todos! Para eso, el gran capital inventó el nuevo bipartidismo: liberación nacional (neoliberal con Nóbel de la paz) y PAC (neoliberal “a la tica”). La jugada con el movimiento liberticida no resultó porque a la gente no le gusta el neoliberalismo sin tapujos. Y esto no es una hablada de paja, si pueden acceder a los nombres de la dirección del PAC, encontrarán allí a conspicuos representantes del gran capital financiero (por ejemplo, el hermano de una de las diputadas recién electas por la provincia de las papas)
Podemos afirmar, entonces, que la estrategia del gran capital financiero para lograr el control hegemónico del poder ha funcionado hasta el momento, incluso con la complicidad tácita de la “izquierda” que participó en la farsa electoral. Tras el golpe de estado, el equipo de ese aparato electoral, denominado liberación nacional, estuvo vacilante, ante la manifiesta oposición de la mayoría de la población, que se expresó en el abstencionismo y en la votación anti-Arias. Sin embargo, en poco tiempo se desentumecieron y dijeron: ya que el tribunal dicta-elecciones, nos designó ganadores, gane es gane, aunque sea con la votación de una minoría de apenas el 25%. Así, se aprestan a asumir el gobierno con un gabinete, que otro boletín trotskizante, esta vez atinadamente, caracterizó correctamente como gabinete de guerra. Cumpliéndose lo que había estado sosteniendo yo semanas atrás, en Sideral Informa (noticiero de Radio Sideral, a las 5 de la tarde), de que este iba a ser un gobierno de confrontación. Sin embargo, creo que me he quedado corto, después de este golpe de Estado del gran capital financiero, lo esperable era un régimen fascista. Lamentablemente para los pueblos, esto ha sido así siempre. La forma de gobierno propia de esta fracción de la clase dominante siempre ha sido el fascismo y creo que en Costa Rica no es la excepción. Lo que parece confirmarse con la alianza establecida entre liberación nacional y el movimiento liberticida para controlar el poder legislativo. Estamos a las puertas de un Estado totalitario, el gran capital financiero ha extendido sus tentáculos en todos los poderes estatales: ejecutivo, legislativo, judicial, electoral, y en los grandes medios de comunicación privados. Al movimiento social le esperan jornadas muy cruentas. La respuesta del poder va a ser la violencia y así lo ha dicho abiertamente el nuevo presidente, con el respaldo absoluto de su gabinete, integrado por grandes empresarios y tecnócratas “reformadores del Estado”.
Ahora, lo más alarmante, es la disposición del equipo guerrero, en imponer el mal llamado “tlc” y su “agenda complementaria”, a sangre y fuego, en el plazo de 30 días. Bien asesorados y con el control absoluto de los grandes medios de prensa, ya nos tienen respirando fútbol, luego, con el mundial, nos emborracharan de fútbol y de otras drogas. Me imagino que para ese momento permitirán la venta de cervezas libremente y hasta con promociones de tres por una. De tal manera que cuando este pobre pueblo, adormecido por la futbolina (más barata que la piedra), despierte, ya no exista el maltrecho Estado social, es decir, cuando despierte ya no habrá Caja, ni ICE, ni INS, ni Banco Popular. Cuando vuelva la roja derrotada, lo único que quedará es el “libre mercado” de los profetas de la globalización y del neoliberalismo. Los guerreros del Nóbel de la paz, habrán comenzado la labor de modernización del país: la transformación de una sociedad subdesarrollada en una más subdesarrollada, pero regida por las leyes del mercado del imperio. Lo de Calderón, Rodríguez y Figueres, nos va a parecer un asalto a una peatón en las aceras josefinas, comparado con el último asalto al Estado social. No olvidemos que neoliberalismo y corrupción son sinónimos, y si no me creen pregunten al pueblo argentino, o para no ir muy largo, a las gentes de Panamá, quienes hoy, en el paraíso tropical del neoliberalismo, están devolviendo hasta los teléfonos fijos de sus domicilios y los teléfonos celulares son de uso exclusivo de los ricos.
Este gabinete de guerra va a imponer su política de entronización final del neoliberalismo por las vías que sean necesarias. Para eso se nombraron a los personajes ya conocidos en los ministerios de relaciones exteriores y de seguridad pública, para “cuidar” el “buen nombre” del Nóbel de la paz, cuando su actuación deje de ser pacífica. Ojalá no sea muy tarde cuando descubramos que no son palomas lo que suelta la policía, sino bombas de gases lacrimógenos y balas; porque para el aristócrata del fascismo, la democracia en la calle es una herejía, una violación al ordenamiento jurídico y en nombre del libre tránsito se puede violar incluso el derecho a la vida.
Con un ritual: He dicho y salvado mi alma.
Jorge Castillo Arias
San Ramón, Alajuela, 3 de mayo 2006
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